miércoles, 6 de noviembre de 2013

Aguas

Era una bajada de costa como otra cualquiera. Un camino despejado entre matorral bajo que se habría paso hacia el mar en calma.

Había gente. El día era espectacular.

Al llegar a la arena, dos edificios con terrazas abarrotadas de gente parecían abrazar la playa.

Notar el calor de la arena caliente bajo los pies fue una delicia pero entrar en aquel agua cristalina de un mar totalmente en calma fue increíble.

Al avanzar hacia adelante, el agua despedía destellos que generaban una especie de neblina multicolor sobre su superficie.

Al avanzar sin que llegara a superar los hombros su profundidad, se llegaba a un horizonte cerrado por construcciones blancas, como bloques de edificios de cualquier ciudad, perforados por mil ventanas y en cuyo centro, justo enfrente del espectador, se abría una puerta con un oscuro pasillo en cuyo fondo se veía de nuevo el mismo mar.

Cruzar el pasillo, frío, para salir de nuevo al calor del agua tibia de un día impoluto de verano, caminar por un agua de destellos, para encontrar el horizonte de nuevo con las mismas construcciones, el mismo pasillo. El mismo mar abierto al fondo.

Agua cálida, cristalina.

Estos sueños repetitivos no tienen desperdicio.

Etiquetas:

martes, 5 de noviembre de 2013

Soulstorm


Soulstorm, Patrice

Etiquetas: