Marzo ventoso y abril lluvioso

El tradicional refrán da paso este año a una nueva variación: "Febrero caluroso y marzo granizoso, harán de abril un mes cochambroso", por ejemplo. Y no es para menos. Lo que todo el mundo achaca al cambio climático ha propiciado el hecho de que las altas temperaturas y escasas precipitaciones de los dos meses iniciales del año hagan brotar los árboles y todo lo demás. Ahora, con los dos grados que nos acompañan desde ayer y las perpetuas granizadas, el descenso de la cota de nieve y un temporal de tres pares de narices, estos brotes se van a tomar vientos, literalmente. En la imagen superior, el oleaje que entró en las casas más cercanas al puerto en Cudillero, imagen espectacular de LNE, y los vecinos dicen que no fue una galerna, si no la coincidencia de viento fuerte, marea alta y muchas olas... En la inferior el puertín de Tazones, ideal para el verano pero no para haber estado ayer en primera línea de mar. Que miedo.