martes, 16 de enero de 2007

Por qué la gente se sigue automedicando y cada vez más

Hace más de tres meses, lo que se dice "long time ago", comencé a sufrir un catarro de esos que molestan mucho con su tosecilla, su mucosidad asquerosa, ataques de asma, dolor de oídos, de garganta... Total, cuatro visitas al médico: una de antibióticos por faringitis, otra de jarabe para los mocos, otra de antibióticos por posible sinusitis y placa y otra de "no tienes nada"/buenos días.
¿Cual es el problema desde mi punto de vista? Que nos toman el pelo. Antes en esta zona de la República Bananera había dos médicos fijos que pidieron traslado. Ahora tenemos médicos ambulantes -como los artistas de circo- y varios House, que además son adivinos. La que me diagnosticó la faringitis me miró la garganta porque insistí en que me dolía mucho. El del jarabe me puso a parir porque no era su paciente, lo que me hace preguntarme si tendré yo la culpa de tener derecho a un servicio médico diario si es necesario. El de la posible sinusitis fue el que único que se dignó a hacer bien las cosas salvo por el hecho de recetar los antibióticos antes de conocer los resultados de la placa. Y la de hoy, no tiene desperdicio. Sospechamos que es la médica que nos asignaron como fija, pero hoy está, mañana no, pasado sólo hasta las 10... La primera vez que entré me dijo que si era asmática podría hacerse una mejora de mi tratamiento, pero otro día que aquel no era bueno. Y hoy, cuando insistí, tras decirme que no tenía nada en la placa, con que llevo con este puto catarro tanto tiempo y que cuando fui a donar no me dejaron por tener esto y tras mirarme me dijeron que era algo que necesitaba de atención médica, ésta decidió mejorar mi tratamiento contra la alergia a base de antiestamínicos. No soy médica ni tengo conocimientos sobre el tema, pero se supone que un médico no es un vidente que con mirarte al entrar te dice que tienes hemorroides con tan sólo verte el color de la cara. Por lo menos deberían de escuchar al paciente y si te duelen los oídos, moqueas en verde, tienes continuamente la garganta al rojo vivo y asma... pues que menos que mirarte y no diagnosticar de la que entras por la puerta.
Llevo tanto tiempo con este catarro que ya me da igual estar carraspeando de continuo porque ni lo noto, pero lo que más me duele es que exista un Servicio de Salud, antes Seguridad Social, que se parte el culo cada vez que le llega alguien diciéndole que tiene algo desde hace tanto tiempo (¡Coño!¿Desde cuando dices?) y que para lo único que sirve cuando te quitan el médico que realmente se preocupa por la salud del paciente es para aliviar el estreñimiento.¿Por qué? Porque te cagas en la madre del médico, del que te hizo la placa y la perdió, de quien obliga al uso de genéricos que no valen ni para tomar por saco, del que tiene cerrada una planta del hospital para ahorrar costes y los pacientes amontonados en los pasillos de urgencias... y así una larga lista que te deja los intestinos libres de toda duda.
Por ello, he decidido pasarme a la homeopatía: ante el asma y la depresión, marihuana que dicen que abre los pulmones y expande la mente; ante el constipado, infusiones de te con miel y orégano que si hace milagros con la pasta, que no te hará a ti; para la tos seca, ajo sobre pan tostado... Y con esto y un bizcocho a ver qué más nos depara ese saludable servicio el día que realmente nos sea necesario. Si es que copiamos lo peor de todos los sitios y cómo no, vamos camino de tener la misma "elucubración" sanitaria que en los USAS: una mierda pinchada en un palo.

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2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

¡¡¡hipocondriaca!!!

16 de enero de 2007, 13:08  
Blogger Hiroshige said...

Totalmente reconocida ;-)

16 de enero de 2007, 14:02  

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