martes, 17 de octubre de 2006

Give me a cheap rotten apple and I will take the bait

Dame una manzana podrida barata y mi impulso consumista me hará morder el anzuelo o lo que es lo mismo, viva las promociones de “nos reservamos el derecho a hacer que esto se cumpla pero puede que te devolvamos 180 euros”.
A finales de agosto me decidí a comprar el Macbook aprovechando una promoción para educación que decía que si pillabas macbook e ipod juntos, te hacían un descuento de 180 euros. Recorté los cupones, fotocopié facturas, rellené papeles tras interminables visitas al banco y llamadas telefónicas para que los datos fueran correctos y, por fin, mandé con acuse de recibo que no recibí nunca todo esto. A lo largo de la espera por el envío, vi el cambio del viejo ipod nano al nuevo y claro, los que te espetaban en la promoción eran los viejos, limpiando excedentes, pero a ese precio no lo iba a dejar pasar. Hoy me llega respuesta: “su devolución ha sido anulada por estar incompletos los datos”. Tócate los webos. Inmediatamente llamo al teléfono por si tenía alguna duda o queja que me venía con la carta -sin fecha alguna por cierto- y comienza la maniobra de desgaste: media hora sin que nadie me atendiera escuchando musiquita. Me toca el comercial de turno que me pide el número de envío, que de casualidad tenía apuntado casi dos meses después de haberlo pedido. En el momento no lo tenía a mano, así que me pidió o mi mail -con el que hubiese realizado el pedido- o el número de tarjeta conque se compró. Vale, le doy el mail y comienza la comedia. Tras 20 minutos de escuchar la respiración del pavo por teléfono, que más parecía aquello una línea erótica que otra cosa, me dice que no encuentra nada y que si me daba más que me pusiera en "espera musical". No home no, que más me va a dar si llevo ya una hora colgada del teléfono. Lo mandé a tomar y colgué, pero se me olvidó decirle que caballeros quedan pocos y que pese a mi afonía faringitica soy una muyer... Busco el número, vuelvo a llamar y a los 3 minutos me cogen el teléfono, pero me ponen en espera 20 minutos más. Al rato, me dice la comercial de turno que su “coach/entrenador” le dice que tengo que mandar un documento de reclamación con mi firma por fax y que el papel está en la web, a no, espera que lo quitaron, pero que me lo manda por correo en cinco minutos. Pues va a ser que sigo esperando desde esta mañana.

Conclusión, yo no quería un ipod porque ya tenía uno, pero claro, con ese precio, como para no quererlo. Le tenía cierto respeto a esta compañía pero me parece a mi, que me tocó la china de “te jodes”.

Moraleja: vendo ipod nano de color blanco sin usar por déficit económico de 200 euros (*se reservan todos los derechos de la oferta).

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