Cota de Nieve

Y dicen los informes meteorológicos que a partir del miércoles la cosa cambia y que “bajará” la cota de nieve a los 1500 metros. A mi lo que me parece es que lo único que se baja es mi moral y que otros años en lugar de bajarse a los 1500 se bajaba a los 800 o 200 y como sigamos así lo que acabará bajándose es el ritmo cardiaco de cualquiera que se precie. Ayer 12 de noviembre, 25 grados y un montón de gente en el tostadero gijonés. Hoy 13, 23 grados y ni una puñetera nube en el cielo. El sol sigue descendiendo y la luz decae a eso de las 5 de la tarde, pero del calor bochornoso que sufrimos no hay manera de librarse. Echo de menos la condensación en las ventanas de otros años a estas alturas, el tener que poner los calcetos de lana que me hacía mi wela para poder dormir, el gorro de lana para salir a la calle....
Odio el calor, creo que como el miércoles no llegue ese cambio tendré que meterme a vivir en la nevera, que por tamaño bien podría pasar por un minipiso social de esos y nunca me faltaría la comida, ni el frío... Eso si, los cambios terribles de 8 grados a las 9 de la mañana, 28 a las 2 de la tarde, 9 a las 9 de la noche hacen que esto cada día se parezca más al planeta Crematoria, en fin.