viernes, 18 de mayo de 2018

Renaisance

¿Se agotan las energías cuando se hacen cosas?

No lo normal, cuando se realiza un esfuerzo que te canses, si no que cuando realizas un logro, se te acaba la pila, pero en realidad deberías de tenerlas cargadas para una buena temporada.

Debería de estar contenta pero vuelve la nostalgia, o Saturno, y volvemos a ese sentimiento de estar fuera de lugar perpetuo.

Vuelven las ganas de crear, de sacar lo de dentro y reflejarlo en una creación visible. Quizás como una forma de mostrar los demonios que te corroen por dentro y me pregunto si el arte en sí, la inspiración artística de tantos y tantos siglos no dejo de ser una plasmación de la locura, una cierta forma de exorcismo para acabar con esos sentimientos de descoloque.

Volvemos al simbolismo y nos preguntamos por aquella Pesadilla pintada en el lienzo, por aquellas extrañas imágenes reflejo de otros tiempos y otros lugares saliendo de las manos de seres que las retienen en sus cabezas hasta que por fin consiguen deshacerse de sus demonios reflejándolos de alguna manera a ojos ajenos. Compartiéndolos.

Qué sería del mundo artístico sin pesadillas, sin Saturno, sin los fuera de lugar, sin sentimientos de nostalgia de algo que se supone que no has vivido nunca, que no ha existido nunca.

Cuánto vacío habría en el mundo sin esos colores, esas formas, y qué curioso que sea el dolor de alma el que llene esos huecos, floreciendo de las mentes más oscuras para intentar llenar un vacío inexistente a miradas extrañas, extrañadas ante lo que se presenta como algo que no debería de existir.

Saturno me visita de nuevo, se une a los dolores y juntos crean.

Necesito pintar.

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