Más blender!!!
Por fin encontré la horma de mi zapato: no se pintar con pinceles. Y es que es deformación profesional. Busco tanto el parecido con la realidad que es imposible y me sigo babando cada vez que veo cosas de mi apreciado William. ¡Qué se le va a hacer! Menos mal que me queda el Blender para hacer cosas de tendencias realistas. Ahora tengo que aprender a manejar los fluidos para que esa garganta rebose y ya será la leche... La primera vez que abrí ese programa las palabras fueron "dios, como salgo de aquí" y hoy, un año y poco después sigo diciendo lo mismo, pero no porque no sepa cómo si no porque engancha de tal manera que las horas frente a la rejilla pasan volando. ¿Alguien me presta una palanca para sacarme de delante de la pantalla? ;-)
Etiquetas: arte, momentos inspirados
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