jueves, 15 de febrero de 2007

Pececito, pececito; tiburón, tiburón

Hoy por tener algo, tengo el día tonto. Ya me cabreé por la mañanina bien temprano y vuelvo a dar descargas eléctricas -parezco una pila y por ello no descarto el disfraz de conejito de duracel, sin coñas-. Me vuelve a dar la sensación de estar perdiendo el tiempo. Es como el curso aquel que hice hace ya un año largo en el que en lugar de dar microinformática, se daba pleisteision 2 para capullos avanzados. Lo mismo, pero en plan creación de empresas. Me apunté a ese curso porque estoy muy quemada con el tema laboral y la cosa va a peor. Y no sé, esperaba algo más. Es un curso de 60 horas, lo cual no es nada, pero que pretende condensar lo básico para echar a andar o al menos aclarar las ideas. Mmmm, vamos a ver. Aclaremos: para mujeres. Bien. Lo primero empecemos por el tema sicológico. ¡Dios cómo me toca la moral ese tema! Que si tenemos la autoestima baja, que si hay que lanzarse, que si motivación, que si ideas claras... ¡Madre que me pan con queso! Ya sé que tengo la autoestima a la altura del zapato pero si estoy aquí es para intentar subirla de alguna manera... Pero dentro de lo que cabe, la moza que daba esa parte era buena comunicante y no te aburrías. Mañana puede que saque la manzanita a pasear y me dedique a jugar al Go mientras el que toque se explaya mientras espero que diga algo interesante o referente al tema.
Llego hoy por la mañana y en lo alto de las escaleras se encuentran dos elementos dando el palique ellos todo entrajetados. Buenos días, buenos días. No hay cosa que más grima me produzca que el típico tiburón que en el fondo no pasa de percebe o con mucha suerte llega a gambilla. Muy patético. Uno era el que daba la parte de ayer, hoy y mañana. Empieza a soltar el rollo del marketing y que lo iba a condensar mucho porque era todo lo mismo. Bien. Sólo que yo nunca dí marketing con lo cual no tengo ni idea o al menos eso creía. O soy una consumidora excesiva de información o me saben a muy poco las cosas últimamente. Empezó a contar puntos del tema pero con tal abstracción que lo único que saqué en claro esta mañana es que a una señora que está en el curso le dan tirria los chinos porque venden más barato que ella... Algo falla. Encima, en mi línea habitual sospecho que el marketinguista me tiene miedo: sólo me dejó explayarme una vez y no volvió a darme la palabra. Es que cuando me tocan el tema de las fábricas de reciente creación a 100 metros de casco urbano y encima las alagan por tener al dedillo las cuestiones relacionadas con el medio ambiente, me pongo muy malita O_o La cuestión es que no me volvió a dejar hablar más. Dí clase y se lo que jode que te toque el típico alumno tocapelotas, pero ésta creo que se la tengo guardada. No por no dejarme hablar, si no por ir de espejismo por la vida. Anque claro, como digno producto marketizado, el traje vende aunque encubra una mente vacía. ¿Me dejará el currículum si se lo pido? Es que tengo curiosidad por saber la formación del pavo. Nunca se sabe, a lo mejor tenemos a un geógrafo a mano y no lo sabemos. No, geógrafo no, que no sabía nada de leyes del suelo ni nada por el estilo.
Eso sí: hay dos mozas andaluzas con un hablar muy simpático. Una parece bastante inteligente y la otra siempre tiene la anécdota. Así que entre idea abstracta, semiconcepto y aburrimiento sumo, me paso las cuatro horas esperando con impaciencia las guindas de esta mujer, que siempre llega tarde y se marcha la primera. Ella sí que sabe ;-)

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