Ab urbe condita
Siempre el tiempo fue una obsesión y la forma de medirlo otra más. Durante toda la vida de uno, los criterios temporales y los años se movían y contaban en base a los veranos de los cursos escolares. Llegado el verano, llega el cambio de año. Después, todo es más complicado y el tiempo pasa sin sentido, sin pies ni cabeza, sin horas ni meses. Todo se reduce a un ir y venir de la luz y de la noche. Ahora, pienso, hace un año y siete meses que beco, luego existo. Dentro de cinco, mi ciclo cambiará pasando al desconocimiento más absoluto del qué moverá mi vida. De nuevo veo el camino abierto y sin final, una puerta de la que ves las jambas pero que te niega la visión de un allá conocido. Vuelvo a tener miedo al cambio que se aproxima a pasos agigantados.
Etiquetas: días extraños
2 Comments:
Hola! si , igual que Japon .
Horita tambien se esta poniendo un poco de calor , como te cuento subi de peso . por estar comiendo mucho ('') . A parti de lunes comense mi dieta a caminar .
uno dos uno dos ....
ichi ni ichi ni ....
¡Hola Koko! A mi me toca revisión mañana. A ver qué pasó porque para algo servirá comerse todas las lechugas del mundo ;-) Aquí está ideal para las chanclas que me mandaste, pero de tarde se pone fresco. Tenemos que ponernos las dos a hacer más gambaru por la dieta ;-)
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