Turismo en Asturias

Hoy estoy con la luna y voy a despotricar a gusto.

Noticias de hoy: se crean nuevas marcas de calidad turística para las diferentes zonas de la provincia.

Y yo pienso:

• Soy turista. Acudo a una oficina de información porque acabo de llegar a la Patria Querida. Me dan mil millones de panfletos turístico-publicitarios y no me explican nada porque en la oficina hay una señorita muy maleducada que apenas le pregunto, ya me encasqueta los papeles. Eso sí, como tengo que quedarme en algún sitio me recomiendan Casonas Asturianas porque voy en familia y necesito una casa entera. Si esto me parece caro tengo la solución de Casas de Aldea, que es igual pero en menos caro. También tengo que comer para lo que me recomiendan Mesas Asturianas. Y si tengo que tomar un café, comer un pincho a media mañana o algo que se le parezca y no encuentro un sitio de los de esos catálogos a mano, se me recomienda que entre sólo en los que ponen la Q de Qualidad en la puerta. Pero en plan conocer sitios y qué ver, no me dicen nada.

• Ahora vamos a pensar que yo soy de la zona y también hago turismo. Llego a la oficina y veo a una mocina desesperada porque es su primer día y está la oficina hasta atrás. Esta sola porque la otra que había dejó el trabajo de contrato en prácticas porque le tocaba pencar todo el verano 15 horas diarias cobrando 300 euros al mes. Veo esos papeles publicitarios que me encasquetan, todas esas marcas grandilocuentes, y dos osos venidos de casa dios que me dicen "estoooo mooola más que el paarque Yeeeeellowwwwwwston Bubúuuuuu" y piensas "mira que no tenemos pardos ni zampones en la zona que encima los traen de fuera". Miro los papeles y pienso de nuevo "madre que me pan con quesu, si cuando dí el curso aquel de guía turística me decían aquellos de la empresa de auditorías hosteleras que el tema de las marcas de calidad suponía el pago de X dinero para colgar un cartel en la puerta y meter tu chigre en un catálogo..." -datos precisos, hace unos 4 años, una Q rondaba el millón de pelas de antes-.

Conclusión:

• Si eres turista y vienes a Asturias, comer como aquí no lo harás en ningún sitio. Trae sales de frutas o similar.
  
• No esperes comida de autor a no ser que entres en sitios con distintivos de calidad en las puertas. En el resto lo habitual es el tapeo a lo bestia o la comida casera: apunta, una fabada en verano puede ser mortal, así que por muy rica que esté, no te pases que lo lamentarás.
• Si miras la carta que normalmente se coloca en el exterior de los restaurantes y similares, fíjate que ponga "IVA incluido", que luego vienen las sorpresas.
  
• Como postres típicos hay mil: frixuelos, arroz con leche, casadielles... Obligada prueba a la que se ha de enfrentar uno sabiendo que de un sitio a otro las variaciones son enormes. Para las casadiellas, pastelería. El resto, de postre de las comidas, en mercados tradicionales y demás saraos.
  
• No hay nada mejor que una parrilla para poder disfrutar del buen yantar de la zona.
• Si quieres tomar sidra en condiciones huye de las aglomeraciones festivas y busca los barucos -chigres- donde haya gente mayor -paisanos- tomando sidra: ahí va a ser buena casi seguro. ¿Dónde es mejor la sidra? En cualquiera de las dos cuencas mineras. Por cierto, no le pidas al camarero un vaso para cada uno de los que tomen sidra que todos beben del mismo cuando se toma un culete...
  
• Si buscas marisco, zonas costeras en pueblo pequeño.
• Si buscas alojamiento, entra, pregunta precios y que te enseñen antes el lugar. Luego decides.
  
• Si quieres venir en verano, encarga dos meses antes.
• Llanes y el occidente asturiano es muy guapo: su hostelería en verano, una mierda pinchada en un palo.
• La costa oriental aun no está masificada y es preciosa.
• Los mejores meses para venir de visita: septiembre y junio, porque hace sol y puedes disfrutar de lo mismo con menos gente y más barato, pero el resto del año, fuera de los meses de verano también sirven. Sólo que hay más posibilidades de lluvia.
• La montaña asturiana es un paraíso aun desconocido y no deja de haber en ella los típicos bares-tienda en peligro de desaparición donde tomas una clara en vasu sidra por dos duros con chorizo, queso y pan de hogaza que no se come en ningún establecimiento señalado con marcas de calidad, por muy rancia que sea la mugre de las baldosas del suelo.
• A no ser que te sobre -mucho- la pasta, dejaría lo de las marcas de excelencia turística y me tiraría al resto. Te saldrán las vacaciones por bastante menos y descubrirás la verdadera Asturias, no los clichés vacíos de contenido que promocionan por ahí desde las altas esferas.
• Los lunes cierran los museos por lo que puedes dedicar ese día a ver playas o los monumentos del Naranco, la catedral -no su museo-, la montaña -yo huiría de las áreas recreativas y me llevaría el bocata de casa porque suele haber espacios mejores donde deleitarse con el paisaje-.
• No se si está en marcha ya pero en Gijón pretenden crear una "Gijón-card" para viajar y entrar a los diversos museos. Cada uno tiene su día del rata -el mío de visita ya que no se paga entrada-, si no, se suele pagar entrada, en casi todos salvo en el Bellas Artes de Oviedo que es realmente impresionante y casi no se publicita.
• Los ecomuseos y los centros de interpretación son establecimientos de tipo seudomuseográfico ideales para visitar con niños, pero de contenidos bastante básicos para una persona mayor, aunque todo depende de los intereses que tenga cada uno. Personalmente, no me llaman.
• El Acuario de Gijón es pequeño comparado con el Oceanario de Lisboa, pero está bien si no viste nunca ninguno.
• El Jardín Botánico de Gijón es una auténtica pasada y las Noches Mágicas que hacen en verano son dignas de ver, pero hay que reservar como un mes antes o así.
  

Todo esto que cuento no es un alegato en contra de las formas de promoción del turismo en la zona, que bienvenido sea. Resulta tan sencillo como que me parece una tomadura de pelo lo que intentan hacer con el denominado sector servicios, que al ritmo que se desmantela la industria es lo único que nos queda, porque es como crear una mafia y llevar a la gente como corderos al redil que el amo quiere. Pero cada uno puede hacer lo que estime más oportuno.
Las cosas no son así, y si se siguen estos consejos, a lo mejor algún día me encuentro conque en mi chigre favorito tengo que esperas tres cuartos de hora hasta que me ponen una botella sidra, o que no hay mesa en mi parrilla preferida -esto ya me lo dijeron alguna vez-, pero en cuestiones de turismo, me fiaría más de los criterios de cierta asociación asturiana, que de las promociones grandiosas en papel cuché. ¿Por qué? Porque son sitios visitados por nosotros y en los que nos encontramos a gusto. No es propaganda gratuita ni nos van a remunerar por ello, son simplemente nuestras opiniones -bien fundamentadas- de ciertos establecimientos. Algunos de aquí, otros de allá. Si no, no es una ofensa el parar a alguien por la calle y preguntar ¿qué hay por la zona interesante para conocer? o ¿dónde puedo ir por aquí a comer?.

Y un último consejo dado desde alguien que trabajó dentro de este sector: chistar a una persona que trabaja para darte a ti un servicio cuando estás de vacaciones, llamarlo a gritos al nombre de "chico" y ser maleducados no es una buena forma de pasar las vacaciones. A veces hace más un "buenos días" o una cara amable que apresurar a grito pelao a alguien que tarda 10 minutos en ponerte un refresco. Recuerda que eres tú quien está de vacaciones y tienes todo el tiempo del mundo.

¡Ah! Se me olvidaba: las gaviotas no se comen por muchas ganas de pollo asado que tengas cuando estés de camping y consigas atrapar una.

Suerte.