Los dos minutos del odio
Cuando termine el libro, sospecho que hablaré de él largo y tendido, pero de momento voy a referirme a estos dos minutos explicando que de dónde viene el tema.
En una sociedad futura, totalmente intervenida en sus conductas y perpetuamente vigilada, los dos minutos del odio eran el escape dirigido para que la población enfocara sus ansias de ira y sublevación hacia un objetivo marcado. Se repetían cada día y una vez transcurridos, todos los individuos volvían a ser los presuntos corderos dentro del redil.
A veces pienso que las mujeres -hablo por menda- no tenemos los dos minutos del odio, si no la semana completa de una vez al mes. Es horrible, pero creo que he conseguido controlarlo y la cosa se limita a un día o así, aunque de vez en cuando, los dos minutos súbitos del odio, salen a flote.
Por ejemplo, hablando de estereotipos de determinadas nacionalidades sobre otras -simplemente por el hecho de aprender las nacionalidades y sus conjugaciones-, no hay por menos que llegar a disconformidades lógicas entre quienes dan sus opiniones, y siempre se tiene que escapar la ironía...
- Los árabes son amigos de los animales, porque les gustan los caballos...
- Sí. También son amantes del riesgo.
- ¿Los árabes?
- Sí, son los únicos que se atreven a salir de casa con un cinturón de explosivos...
- ... -silencio sepulcral-.
Y claro, llega el turno de "y tú ¿cómo te defines?".
Momento in. Aquello fue el sentir en carne propia cómo se sintió el personaje de Sandra Bullock en Miss Agente Especial.
- Soy alegre, amigable y extrovertido...
- Soy genial, ordenado y me encanta la fiesta...
Y te llega el turno mientras piensas en la coletilla de "y la paz en el mundo" y escuchas la vocecilla sibilina del "a ver qué dice" y sucumbes mentalmente a los dos minutos del odio y piensas con tu mente nublada "soy un pelín nerviosa, me entran ganas de matar cada vez que no entiendes mis ironías y ahora mismo te reduciría a pedazos y borraría todo signo del nombre de tu estirpe para que no quedase señal de tu existencia", mientras dices calmadamente "me encantan los animales, el orden y la paz en el mundo...".
Estos sí que saben de ironía. Seguro que ganaban Cutrevisión si se presentaban con esta, porque hacer una crítica social y hacerla en buenas condiciones musicales, es posible.
Letra en original y en subtitulado al inglés aquí.
Como me gusta ser mujer :-/
En una sociedad futura, totalmente intervenida en sus conductas y perpetuamente vigilada, los dos minutos del odio eran el escape dirigido para que la población enfocara sus ansias de ira y sublevación hacia un objetivo marcado. Se repetían cada día y una vez transcurridos, todos los individuos volvían a ser los presuntos corderos dentro del redil.
A veces pienso que las mujeres -hablo por menda- no tenemos los dos minutos del odio, si no la semana completa de una vez al mes. Es horrible, pero creo que he conseguido controlarlo y la cosa se limita a un día o así, aunque de vez en cuando, los dos minutos súbitos del odio, salen a flote.
Por ejemplo, hablando de estereotipos de determinadas nacionalidades sobre otras -simplemente por el hecho de aprender las nacionalidades y sus conjugaciones-, no hay por menos que llegar a disconformidades lógicas entre quienes dan sus opiniones, y siempre se tiene que escapar la ironía...
- Los árabes son amigos de los animales, porque les gustan los caballos...
- Sí. También son amantes del riesgo.
- ¿Los árabes?
- Sí, son los únicos que se atreven a salir de casa con un cinturón de explosivos...
- ... -silencio sepulcral-.
Y claro, llega el turno de "y tú ¿cómo te defines?".
Momento in. Aquello fue el sentir en carne propia cómo se sintió el personaje de Sandra Bullock en Miss Agente Especial.
- Soy alegre, amigable y extrovertido...
- Soy genial, ordenado y me encanta la fiesta...
Y te llega el turno mientras piensas en la coletilla de "y la paz en el mundo" y escuchas la vocecilla sibilina del "a ver qué dice" y sucumbes mentalmente a los dos minutos del odio y piensas con tu mente nublada "soy un pelín nerviosa, me entran ganas de matar cada vez que no entiendes mis ironías y ahora mismo te reduciría a pedazos y borraría todo signo del nombre de tu estirpe para que no quedase señal de tu existencia", mientras dices calmadamente "me encantan los animales, el orden y la paz en el mundo...".
Estos sí que saben de ironía. Seguro que ganaban Cutrevisión si se presentaban con esta, porque hacer una crítica social y hacerla en buenas condiciones musicales, es posible.
Letra en original y en subtitulado al inglés aquí.
Como me gusta ser mujer :-/
Etiquetas: exorcismos, humor, teatro
2 Comments:
Veo que has seguido mi recomendación literaria. Me alegro mucho.
Sí, el libro que encontré de Orwell traía las dos historias juntas y me está gustando mucho la que me recomendaste ;-)
Publicar un comentario
<< Home