Ironías de la vida
Hace doce años por estas fechas me estaba devanando los sesos pensando en los estudios artísticos o la universidad. Los primeros requerían de un examen para el acceso, los segundos de la selectividad.
Hice dos exámenes y una selección única de estudios universitarios de la que me rechazaron.
Lógico, salía de un bachillerato de humanidades pretendiendo entrar en una carrera de ciencias con números clausus por aquel entonces.
Los resultados de admisión de la otra prueba tardaban. Tanto que ante la idea de no ser admitida y pasar un año en blanco, me matriculé en Historia del arte.
Tras realizar la matricula y el pago, se me avisó de haber pasado el otro examen y de haber sido admitida. Aun recuerdo aquella voz al teléfono que decía "¿...pero no vas a pasar a formalizar la matrícula?"
Ya era tarde: el Destino había jugado sus cartas.
Hoy, 12 años después, el Destino vuelve a jugar y aquella matriculación por si las moscas hizo que, antes, el examen fuera para ser alumno. Hoy, un examen muy diferente, será para estar al otro lado.
¿Qué pasará? No lo sé, pero sin comerlo ni beberlo, la vida tiene mucha coña.
Llevo dos convocatorias de oposiciones en la sección equivocada: tenía que haber ido a esta desde el principio, pero las cosas son así: la desinformación hace a uno dar palos de ciego cuando no sabe muy bien ni lo que puede hacer, ni lo que quiere hacer ni lo que tiene que hacer.
A ver qué nos depara esta vez...
Hice dos exámenes y una selección única de estudios universitarios de la que me rechazaron.
Lógico, salía de un bachillerato de humanidades pretendiendo entrar en una carrera de ciencias con números clausus por aquel entonces.
Los resultados de admisión de la otra prueba tardaban. Tanto que ante la idea de no ser admitida y pasar un año en blanco, me matriculé en Historia del arte.
Tras realizar la matricula y el pago, se me avisó de haber pasado el otro examen y de haber sido admitida. Aun recuerdo aquella voz al teléfono que decía "¿...pero no vas a pasar a formalizar la matrícula?"
Ya era tarde: el Destino había jugado sus cartas.
Hoy, 12 años después, el Destino vuelve a jugar y aquella matriculación por si las moscas hizo que, antes, el examen fuera para ser alumno. Hoy, un examen muy diferente, será para estar al otro lado.
¿Qué pasará? No lo sé, pero sin comerlo ni beberlo, la vida tiene mucha coña.
Llevo dos convocatorias de oposiciones en la sección equivocada: tenía que haber ido a esta desde el principio, pero las cosas son así: la desinformación hace a uno dar palos de ciego cuando no sabe muy bien ni lo que puede hacer, ni lo que quiere hacer ni lo que tiene que hacer.
A ver qué nos depara esta vez...
Etiquetas: Diarreas mentales, días extraños, empleo, exorcismos, frustraciones, preguntas al viento, retazos de mi vida
8 Comments:
Algunas cosas, probablemente las que más nos preocupan, tardan un poquito...pero llegan.
Suerte oneechan :)
Seguro que sale bien, dicen (y yo tiendo a creerlo) que todo en la vida tiene una explicación. Esta vez seguro que es la buena!
¿Qué nos deparará?
Pues ojalá que una excelente profesora. Entre otras muchas cosas.
Uhmmm, alguna vez nos tiene que llegar el golpe de suerte, no? y espero que la respuesta a todo esto..
Espero y deseo que te vaya muuuy bien!!!! El destino nos hace jugadas, pero al final, lo que ha de ser, ha de ser... da lo mismo: alumna o profesora unos años después... siempre te puedes quitar esa espinita.
Un abrazo muy fuerte.
sin duda tu lugar está allí... ya nos contarás ¡¡suerte!!
Mi línea habitual de negatividad me obliga a pensar que no va a ser de esta, pero estoy animada :-)
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