lunes, 5 de mayo de 2008

Because shit happens

Hay días en los que merece más la pena darse con un canto en los dientes hasta arrancártelos todos de cuajo que salir a la calle o simplemente levantarse de la cama.

Lo mio es de traca y si tiene que haber algo chungo esperando fuera a que alguien pase cerca, ese alguien voy a ser yo. Quizás es una manera oscura de ver las cosas, pensar en que existen configuraciones astrales que afectan negativamente al porvenir de uno -si es que eso existe- o que hay confabulaciones mundiales para joderte a ti la vida, aunque claro, siempre hay periodos oscuros y periodos claros donde se ve que las cosas no son tan jodidas como parecen...

Un buen día, te das cuenta de que para algo bueno que has hecho en la vida -cualquier otro día verías que has hecho algo más que una sola cosa buena-, alguien va y lo utiliza para joderte la mañana y el resto del mes, ya que te pones.
Al día siguiente descubres que eso que te asoma por la entrepierna es una pancarta del tejano para ver si te coscas de que necesitas unos nuevos o por lo menos ponerle un parche. Decides ir a un centro comercial de esos donde no es que vendan pantalones, es que no sabes donde escoger, o al menos así deberían de ser las cosas. Ese día mismo aprecias claramente que el modelo que usabas siempre en la talla que usabas siempre ahora no te sube de los tobillos. Y piensas eso de ¡pero qué coj*nes pasa aquí! Sé que he engordado pero llevo una semana pasando más hambre que colmillo blanco y devastando las reservas de lechuga del país, ¿y no me sirve mi talla de siempre?
Pruebas en otra tienda y ante la frasecita del "hola busco unos pantalones", la respuesta de "es que sólo tenemos hasta la talla 36" te hace surgir un tic en el ojo.
Cambias de tienda y encuentras un guiño afable en esta historia. Dice la chica que tu talla es la primera que vuela cuando se trae la mercancía, motivo por el cual te das cuenta de que el problema no es tuyo por tener un porta aviones instalado en el culo, si no que es cosa de los fabricantes que debieron de deducir que a partir de cierta talla, la cosa genera pérdidas. Coño, ¿y cobrándolos más caros?
En ese momento decides que tu culo es tu bandera y que si tienes que ir en pelota picada por la calle es culpa del Ministerio de Sanidad y del enemigo americano, aunque eso se desmiente por si mismo cuando en pleno cabreo decides que la mejor manera de enmendar el hecho de no encontrar ropa es comerte una hamburguesa.
Tras media hora de espera tras una familia indecisamente feliz ante el menú, llega tu turno y cuando -¡por fin!- llega la jodida hamburguesa compruebas que los cuatro euros largos que pagaste por ella acaban de ser tirados a la basura: el tamaño de una moneda de dos euros es superior al de la puta hamburguesa. Y entonces decides que para la próxima kebap y que necesitas comerte otra para que tu ansiedad cabreada no te devore. Y le añades un helado. Mañana volverás al vegetarianismo puro y duro.

Y es que claro, no es cosa del enemigo americano, es una putada de aquella ministra de sanidad que dijo que las raciones en estos lugares de comida rápida eran absurdamente grandes y que por eso los españoles acomodados -¿o era la clase media acomodada europea en general?- era obesa por su culpa. El resultado: por 5 euros no engañas al hambre en una hamburguesería ni de coña, eso sí, te venden unas ensaladitas prefabricadas muy resultonas a la vista y escandalosamente caras para la media hoja de lechuga y el tercio de tomate cherry que llevan.

Y todo eso, en un puñetero día y mientras no llegues a una tienda y te pregunte alguien eso de ¿Y qué tipo de figura eres tú: diábolo, cono o carta esférica? Y tú respondas eso de "Notarás que soy diábol-ica cuando te saque los ojos con mis propias manos ya que no te sirven para apreciarlo por ti mismo", y te volverás a acordar de los puñeteros ministerios que más que para decir gilipolleces y tonterías no están.

Mekawen todo. ¿Cómo no va a haber días en los que uno tiene ganas de matar, aunque sea el tiempo comiendo?

Aunque luego ve alguien a Bellonce y se le quitan todos los complejos. Por cierto, ¿dónde encontrara esta mujer la ropa? Por que tiene más espectro de barrido que yo...

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6 Comments:

Blogger CHECHE said...

!!genial, simplemente genial!!!ja,ja,ja,bueno ahora no me río, es cierto tooodo lo que cuentas, yo soy mayor que tu, sobra el decirlo, pero me pasa exactamente ihgual, y eso que uso una 44 pues hay pantalones en que no entro ni en la 48 ¿como se explica lo inexplicable? que paso hambre, si, pero vamos que una no está en edad de usar ni siquiera la 42, el cumplir años es lo que tiene, que si la menopausia, que si las tiroides, y aqui me tienes con el mismo problema que tu,pero mi culo es mi culo y mis caderas también ni diábolo ni cilindro ni coñas, cada una es como es y basta.
que hagan las tallas como deben ser, porque vamos yo voy por las calles y abundamos más las entraditas en carnes que las delgadísimas( bueno una excepción, mis hijas que usan la 34 Chuca y la 38 Laura) y no es porque no coman, no es por su constitución, serán delgaditas toooda la vida.
Lo dicho, no te cabrees, busca y encontrarás eso sí despues de perder dos kilos buscando la tienda donde !!eureka!! tu talla, mil besos.

5 de mayo de 2008, 23:35  
Anonymous Anónimo said...

Pues yo necesito unos vaqueros peeeero, cuando voy de compras me cabreo porque no me entran los pantalones.

Así que el otro día, para menguar mi cabreo, me compré una camisa y una camiseta... El no comprar ropa todas las semanas me pone de muy mal humor pero encima saber que no compras porque no te entra es aún peor.

6 de mayo de 2008, 8:58  
Blogger issa said...

bueno, la verdad es que mi talla no es de top model pero nunca me ha pasado de no encontrarla. Pero por lo que cuentas creo que he tenido suerte. Encima mi culo no para de crecer porque los años y la vida sedentaria hacen estragos con él así que cualquier día me pasa lo mismo que a ti y seguramente en el peor momento. Hace 2 semanas precisamente me compré 2 pantalones y no tuve problemas, eso me anima.
Besotesss

6 de mayo de 2008, 15:01  
Blogger Hiroshige said...

Ay, las historias de comprar ropa. Siempre me acuerdo de la peli "En sus zapatos": la prota tenía miles de zapatos porque era lo único que le quedaba bien en las tiendas...

8 de mayo de 2008, 21:29  
Blogger Alex said...

Pues si tu vas desnuda, yo descalza! Porque el 41 siempre está agotado, y como dices tú, será porque se vende... y qué hacen quienes tienen un 42 o 43?
Y eso que ya se dónde puedo ir a por pantalones (que son 4 tiendas) porque en las demás, me siguen quedando cortos o como si se los hubiera robado a mi hermana pequeña. En fin... Yo ya pasé una época, a los 14 en los que me tenía que vestir con vaqueros y zapatos de chico... Y mido 1,80, que digo yo que tanto no es

9 de mayo de 2008, 8:21  
Blogger Hiroshige said...

Estamos guapas Alex, la cuestión es que hay cosas que son de venta aunque no se promocionen y lo que menos hay es mujeres de medidas perfectas en todos los sentidos.
Lo de los zapatos es casi tan complicado como lo de la ropa porque seguro que te encontraste con el mismo problema de que un 41 te quedase grande alguna vez o que otra necesitases un 43. Yo uso un 39 y tengo algún par del 41...

12 de mayo de 2008, 21:45  

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