Grandes logros del Infierno I
Tal y como va el mundo hoy en día, hay dos maneras de hacer las cosas: o lo haces tú o pagas para que lo hagan por tí.
Como soy más pobre que una rata, la opción b no existe, aunque sí la c de dejar que ciertas cosas las haga "ma", aunque si tienes los medios y la necesidad, además de las ganas de hacer, lo más acertado será intentarlo al menos.
Así que coges los pantalones, los mides, te das cuenta de que no tienes un espejo para ver si queda bien o no. Los requetemides, los llenas de alfileres, los marcas con hilvanes, los doblas para no tropezar con los alfileres y los vuelves a hilvanar.
Preparas todo lo necesario. Abres la máquina de coser, intentas ver cómo funciona aquello con un trapo de prueba. Pasas media hora intentando adivinar como va colocada la canilla para que no se suelte el hilo y coses tres veces cada bajo de pantalón con las consiguientes descoseduras...
Conclusión:
Ya entiendo por qué mi madre está como está después de toda la vida cosiendo, porque el dolor de espalda que me salió es considerable...
Como soy más pobre que una rata, la opción b no existe, aunque sí la c de dejar que ciertas cosas las haga "ma", aunque si tienes los medios y la necesidad, además de las ganas de hacer, lo más acertado será intentarlo al menos.
Así que coges los pantalones, los mides, te das cuenta de que no tienes un espejo para ver si queda bien o no. Los requetemides, los llenas de alfileres, los marcas con hilvanes, los doblas para no tropezar con los alfileres y los vuelves a hilvanar.
Preparas todo lo necesario. Abres la máquina de coser, intentas ver cómo funciona aquello con un trapo de prueba. Pasas media hora intentando adivinar como va colocada la canilla para que no se suelte el hilo y coses tres veces cada bajo de pantalón con las consiguientes descoseduras...
Conclusión:
- Unos tejanos, 40 euros.
- Una máquina de coser del siglo pasado, a saber.
- Pasarse dos horas de reloj cortando y cosiendo los bajos de unos pantalones para poder decir que "lo hiciste tú sola", no tiene precio.
Ya entiendo por qué mi madre está como está después de toda la vida cosiendo, porque el dolor de espalda que me salió es considerable...
Etiquetas: apaños
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