Historia de un arroz quemado...
...o lo que es lo mismo: a preguntas tópicas repetitivas excesivamente, respuestas improcedentes.
Resulta que en la vida de toda persona, cada momento tiene su pregunta tópica ligada.
No es algo importante, ni mucho menos, pero todos lo sufrimos en silencio... Es como esas conversaciones en el ascensor cuando coincides con alguien:
- Parece que va a llover...
Y el otro sonríe forzadamente y asiente con la cabeza mientras los pisos siguen pasando.
El asunto de las preguntas tópicas comienza a la tierna edad en que el ser se hace social, es decir, cuando el nene o la nena comienza a salir de casa, sea a la guardería o al colegio. La primera de ellas, que desgraciadamente se repetirá el resto de su vida hasta que la respuesta sea afirmativa es la tan penosa "¿ya tienes novio/a?" a la que le sigue la de "pero seguro que te gusta alguien...". Siempre hay alguien tocando los webos a esas edades con esas preguntas, aunque claro, la minipersona en cuestión no comprende nada. Dice que "sí", que "no" y tira millas.
Al llegar la adolescencia, el asunto empeora y las preguntas habituales se tornan en un cochambroso "¿Aun no tienes novia/o?" y siguen con un "pero seguro que tienes algún refresco..., ¿no?".
"¿Pero qué mi madre es un refresco?", se suele pensar mientras se sonríe como el compañero de ascensor cuando le preguntas por el tiempo, mientras que piensas que el único refresco que viste fue el que acompañaba a los cacharros el fin de semana y sueltas con tu jeta adolescente y una sonrisa sarcástica eso de "Es que no son lo suficientemente buenos"...
Cuando alcanzas los 25 la cosa empeora con mucho ya que empiezan las típicas afirmaciones estrambóticas referentes a las comidas. Llega el corrosivo "se te va a pasar el arroz" y la cosa empeora con la moda de los salidos del armario. "Uy, esta chicha/o no tiene novio conocido... ¿no será que es de la otra acera?" Aunque, si resulta que tienes pareja y de casualidad, un día se entera alguien del asunto ("papá, mamá: el técnico"), la cosa se pone chunga.
"¿Ya te casaste?", "Ya tendréis fecha ¿no?", "Pensé que te habías casaaaaaaaaaado"....
Y como te vayas a "vivir en pecado" -o sin pecado, al gusto- escuchas cosas como el extraño: "¿Ya encargaste?" y te preguntas eso de "¿Pero qué cojones me estará preguntando esta cotilla de los webos?" y con la sonrisa forzada puesta dices eso de "Uy, yo sólo encargo pizzas Frankfurts con doble de mozarella y anchoas" y sueltas una risita estúpida mientras que la señora de turno -sí, habitualmente son mujeres de mediana-avanzada edad que no tienen otro pito que tocar y te paran por la calle para preguntarte estupideces- te mira con cara de extrañeza y suelta un "no, mujer, que si ya estás preñada".
"¡OMFG! ¡Cómo los bollos de pan rellenos de chorizo! Joder, que similitud más horriblemente carnal", piensas mientras toditos los pelos de tu cuerpo se erizan.
Si transcurrido el tiempo, la cosa del encargo no progresa, entonces comienzan los cabalismos y continúan las recetas de cocina. Siempre el puñetero arroz. Uuuuuuuna y otra vez.
Hasta que un día llega, caminas por la calle, te cruzas con una pareja con trillizos y tus padres te dicen: "deberías de tomar ejemplo, porque se te está pasando el arroz".
Y la cara que te queda...
Aunque lo más lógico en esos momentos sería la socorrida respuesta de "no es que no quiera tener nenes, es que sus padres siempre acaban recogiéndolos cuando me los dejan, porque los niños son muy guapos, los demás". Pero no hay que ser tan crueles y lo que puedes hacer cuando vienen a casa es llamar al gato y decirle un efusivo "¡¡Hito, vinieron los güelitos a verte!!¡¡Dales un mimín a los welitos!!", a ver si lo pillan, que por el momento, no.
Resulta que en la vida de toda persona, cada momento tiene su pregunta tópica ligada.
No es algo importante, ni mucho menos, pero todos lo sufrimos en silencio... Es como esas conversaciones en el ascensor cuando coincides con alguien:
- Parece que va a llover...
Y el otro sonríe forzadamente y asiente con la cabeza mientras los pisos siguen pasando.
El asunto de las preguntas tópicas comienza a la tierna edad en que el ser se hace social, es decir, cuando el nene o la nena comienza a salir de casa, sea a la guardería o al colegio. La primera de ellas, que desgraciadamente se repetirá el resto de su vida hasta que la respuesta sea afirmativa es la tan penosa "¿ya tienes novio/a?" a la que le sigue la de "pero seguro que te gusta alguien...". Siempre hay alguien tocando los webos a esas edades con esas preguntas, aunque claro, la minipersona en cuestión no comprende nada. Dice que "sí", que "no" y tira millas.
Al llegar la adolescencia, el asunto empeora y las preguntas habituales se tornan en un cochambroso "¿Aun no tienes novia/o?" y siguen con un "pero seguro que tienes algún refresco..., ¿no?".
"¿Pero qué mi madre es un refresco?", se suele pensar mientras se sonríe como el compañero de ascensor cuando le preguntas por el tiempo, mientras que piensas que el único refresco que viste fue el que acompañaba a los cacharros el fin de semana y sueltas con tu jeta adolescente y una sonrisa sarcástica eso de "Es que no son lo suficientemente buenos"...
Cuando alcanzas los 25 la cosa empeora con mucho ya que empiezan las típicas afirmaciones estrambóticas referentes a las comidas. Llega el corrosivo "se te va a pasar el arroz" y la cosa empeora con la moda de los salidos del armario. "Uy, esta chicha/o no tiene novio conocido... ¿no será que es de la otra acera?" Aunque, si resulta que tienes pareja y de casualidad, un día se entera alguien del asunto ("papá, mamá: el técnico"), la cosa se pone chunga.
"¿Ya te casaste?", "Ya tendréis fecha ¿no?", "Pensé que te habías casaaaaaaaaaado"....
Y como te vayas a "vivir en pecado" -o sin pecado, al gusto- escuchas cosas como el extraño: "¿Ya encargaste?" y te preguntas eso de "¿Pero qué cojones me estará preguntando esta cotilla de los webos?" y con la sonrisa forzada puesta dices eso de "Uy, yo sólo encargo pizzas Frankfurts con doble de mozarella y anchoas" y sueltas una risita estúpida mientras que la señora de turno -sí, habitualmente son mujeres de mediana-avanzada edad que no tienen otro pito que tocar y te paran por la calle para preguntarte estupideces- te mira con cara de extrañeza y suelta un "no, mujer, que si ya estás preñada".
"¡OMFG! ¡Cómo los bollos de pan rellenos de chorizo! Joder, que similitud más horriblemente carnal", piensas mientras toditos los pelos de tu cuerpo se erizan.
Si transcurrido el tiempo, la cosa del encargo no progresa, entonces comienzan los cabalismos y continúan las recetas de cocina. Siempre el puñetero arroz. Uuuuuuuna y otra vez.
Hasta que un día llega, caminas por la calle, te cruzas con una pareja con trillizos y tus padres te dicen: "deberías de tomar ejemplo, porque se te está pasando el arroz".
Y la cara que te queda...
Aunque lo más lógico en esos momentos sería la socorrida respuesta de "no es que no quiera tener nenes, es que sus padres siempre acaban recogiéndolos cuando me los dejan, porque los niños son muy guapos, los demás". Pero no hay que ser tan crueles y lo que puedes hacer cuando vienen a casa es llamar al gato y decirle un efusivo "¡¡Hito, vinieron los güelitos a verte!!¡¡Dales un mimín a los welitos!!", a ver si lo pillan, que por el momento, no.
(Esto a fecha de hoy. Dentro de x tiempo Hiro rectificará la entrada presa del pánico con un predictor con 3 piratas sonrientes en la mano y cara de tremendo acojone y pánico. Porque si algo puede ir mal, irá peor.)
Etiquetas: Diarreas mentales
posted by Hiroshige at 21:35
5 Comments:
Ay! Qué gracia me ha hecho!! Francamente real!
Lo de la gata da mucho juego con los abuelitos, te lo digo yo que lo llevo explotando cuatro años, encima si es un poco zalamera como la mía...
Como hagas caso a la gente vas apañada!! ya sé que tú no eres de hacerlo, pero es que de verdad hay gente que no tiene dos dedos de frente...yo siempre pienso lo mal que lo tiene que pasar una persona cuando la machacan con el típico comentario de ¿que y vosotros pa cuando? (lo del embarazo se entiende) y es que el embarazo no llega...yo lo aguanté 6 años y si hubiera sido que no llegaban no que no lo buscara, te juro que le hubiera dado un buen corte a más de uno!
Que buenisimo el post, me has alegrado la mañana :)
Real como la vida misma.
Jajajaja!!! Lo que nos pasa a nosotros es que como somos los atípicos de familia nadie nos dice nada... pero a mi prima la tienen ametrallada con que si no se casa, y más desde que su hermano pequeño, año y medio más pequeño, se nos casa en agosto como mandan los cánones!
Es que estas cosas las conocemos mu bien las mujeres de nuestras edades. No hay duda. Pero lo mejor es tornarlo comedia ;-)
Alex, pues si que se la armó tu primo a tu prima, porque no le queda nada a la pobre mujer.
Borboleta, ya te digo que da juego el animalín x-D Estoy del típico "y vosotros para cuando" hasta los mismísimos, aunque no te voy a negar que cuando ves a dos que están a punto, también se lo pregunto. Más que nada para ir juntando para el regalo de boda ;-)
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