-2@1mes
Pues sí, pues sí, anoche pude dormir y es que por lo visto, la paranoia no es sólo cosa mía y las historias que tiene la gente que curra en determinadas tiendas son para un libro junto con las conversaciones ajenas que se escuchan en las mismas.
Por ejemplo el tema del "vestido de los vestidos": si lo encuentras en agosto, tienes la prueba el enero siguiente y tienes que "estrenarlo" en abril, lo normal es que tras las navidades la angustia de "entraré o no en el trapo" te supere (entré, eso sí, lo de respirar vamos a dejarlo para otro momento).
Comentándolo con la mujer de la tienda -todo un lujo en el trato y la comprensión- decía que no era la única obsesionada con esas cosillas y que había de todo: mismamente la otra moza que había fuera esperando gritaba a los cuatro vientos que estaba traumatizada con el cancán -esa cosa de tul extraduro que se pone para dar vuelos a un vestido ya de por si extraduro-, decía que soñaba con él, que se le metía entre las piernas al caminar y que quería ponerle algo -un julajó...- para que no tropezase. Lo de esta, claramente es peor que lo mío...
Luego está el tema del qué me pongo debajo para que no se note nada de nada... La madre del cordero. Pues resulta que los sujetadores aprietan y te marcan la espalda, los elásticos de tangas y similares también... pero ¿cómo es posible si llevas encima algo que parece un trozo de cartón?
Otra cosa es el asunto de la gravedad que no perdona - decía una: profesora mía de la universidad que "con el tiempo se te cae la barriga, se te cae la papada, se te caen las tetas...", vamos, lo que viene siendo una de esas verdades absolutas-. Normalmente se colocan unas "pinzas" que no dejan de ser cortes en la tela para dar la forma del pecho. Han de ser precisos sobre todo en algo que va a ir muy ceñido al cuerpo. El problema radica en que la mayor parte de los diseños están hechos para mujeres tipo tabla que en lugar de una pinza requieren un pliegue al no tener tetas. Esa versión del diseño se exporta a otras tallas y se encuentra una con el problema de que donde deberías de meter carne no hay espacio y además la marca está levemente desplazada. Todo es cuestión de escoger el vestido apropiado, claro está, pero esto es como para quitar la moral a cualquiera... Aunque no es nada que no solucione un buen andamio con cinchos -corsé de los de "no me hagas reír que me desmayo por falta de oxígeno en el cerebro"-.
Pues así son las cosas y debe de ser síntoma de mi rareza el hecho de que al salir ayer victoriosa de "la prueba" tras saber por fin que "entraba" -a falta de menos dos kilos en un mes para poder sentarme y respirar- y de haber escuchado la surrealista conversación de otra "novia" que había fuera con su madre y su abuela, sufro el deseo tremendo de tener dos complementos para el vestido de los vestidos: unas medias de liga de rallas horizontales finas de colores blanco y rojo tipo "bruja del oeste" y una varita mágica de las de estrella en punta con plumitas.
Creo que estoy como una cabra pero sinceramente pienso que tanta formalidad, protocolo y seriedad en un puñetero vestido para unas puñeteras horas requiere de un toque de humor y diferencia. Por mi madre que como encuentre las medias de bruja, las voy a usar ese día ;-)
Por ejemplo el tema del "vestido de los vestidos": si lo encuentras en agosto, tienes la prueba el enero siguiente y tienes que "estrenarlo" en abril, lo normal es que tras las navidades la angustia de "entraré o no en el trapo" te supere (entré, eso sí, lo de respirar vamos a dejarlo para otro momento).
Comentándolo con la mujer de la tienda -todo un lujo en el trato y la comprensión- decía que no era la única obsesionada con esas cosillas y que había de todo: mismamente la otra moza que había fuera esperando gritaba a los cuatro vientos que estaba traumatizada con el cancán -esa cosa de tul extraduro que se pone para dar vuelos a un vestido ya de por si extraduro-, decía que soñaba con él, que se le metía entre las piernas al caminar y que quería ponerle algo -un julajó...- para que no tropezase. Lo de esta, claramente es peor que lo mío...
Luego está el tema del qué me pongo debajo para que no se note nada de nada... La madre del cordero. Pues resulta que los sujetadores aprietan y te marcan la espalda, los elásticos de tangas y similares también... pero ¿cómo es posible si llevas encima algo que parece un trozo de cartón?
Otra cosa es el asunto de la gravedad que no perdona - decía una: profesora mía de la universidad que "con el tiempo se te cae la barriga, se te cae la papada, se te caen las tetas...", vamos, lo que viene siendo una de esas verdades absolutas-. Normalmente se colocan unas "pinzas" que no dejan de ser cortes en la tela para dar la forma del pecho. Han de ser precisos sobre todo en algo que va a ir muy ceñido al cuerpo. El problema radica en que la mayor parte de los diseños están hechos para mujeres tipo tabla que en lugar de una pinza requieren un pliegue al no tener tetas. Esa versión del diseño se exporta a otras tallas y se encuentra una con el problema de que donde deberías de meter carne no hay espacio y además la marca está levemente desplazada. Todo es cuestión de escoger el vestido apropiado, claro está, pero esto es como para quitar la moral a cualquiera... Aunque no es nada que no solucione un buen andamio con cinchos -corsé de los de "no me hagas reír que me desmayo por falta de oxígeno en el cerebro"-.
Pues así son las cosas y debe de ser síntoma de mi rareza el hecho de que al salir ayer victoriosa de "la prueba" tras saber por fin que "entraba" -a falta de menos dos kilos en un mes para poder sentarme y respirar- y de haber escuchado la surrealista conversación de otra "novia" que había fuera con su madre y su abuela, sufro el deseo tremendo de tener dos complementos para el vestido de los vestidos: unas medias de liga de rallas horizontales finas de colores blanco y rojo tipo "bruja del oeste" y una varita mágica de las de estrella en punta con plumitas.
Creo que estoy como una cabra pero sinceramente pienso que tanta formalidad, protocolo y seriedad en un puñetero vestido para unas puñeteras horas requiere de un toque de humor y diferencia. Por mi madre que como encuentre las medias de bruja, las voy a usar ese día ;-)
Etiquetas: cómo no ¿casarse?, hipocondria, humor, retazos de mi vida
4 Comments:
jajajajajaj... venga que ya te queda menos eso si consejo personal. Si llevar un corpiño sin nada que sujeta por los ombros si puedes aplica unos clips trasparentes al corpiño y al sujetador, de modo que se quede todo sujeto!!! no se si hay intimissima en españa yo he comprado un buen sujetador y braguitas sin costuras que no marcan nada. Haber si te puede ser de ayuda!! ;D
besos!!!
Jajaja, como encuentre yo las medias te las mando para allá!! En serio, seria un puntazo!!!!
De todos modos no te agobies, vas a estar superguapísima, ya me puedes mandar un reportaje, jur, jur!!
Pienso como tú, un toque original te va a hacer ser tú misma. Olé por la decisión de las medias... Solo te queda encontrarlas.
Puff, no sabía que era tan chungo eso de casarse xD
no he podido evitarlo, me he echado unas risas con tu post. Desde luego la decisión de las medias me parece genial, sí, sí, sí!! Seguro que estás muy guapa!
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