Guardar las formas

La conducta que solemos realizar cuando alguien llega a casa depende de si tenemos o no confianza con esa persona.

La primera vez que llega un amigo a nuestro castillo personal, se lo enseñamos más o menos tal que....

Esta es la salita -el lugar sagrado donde están el sofá, la tele y la wii-, aquí está la cocina, esta es nuestra "habitación del pánico" -si se es suficientemente friki- y por supuesto el cuarto de baño...

...porque hay veces en que es inevitable acudir a él cuando las reuniones se alargan.

Si la persona no es de nuestra confianza, básicamente se le dice:

Esta es la puerta de la calle.

Y se obvia lo de "y de aquí no vas a pasar".

Llevo tiempo observando que mi gato también guarda ciertas formas de comportamiento respecto al cómo presentar su casa a los visitantes, sean estos animados o no, humanos o no. Por ejemplo, si viene alguien ya conocido pero que no goza de entera confianza y tiene que entrar en casa porque va acompañando a amigos de la familia -léase por ejemplo el Chukele de Nuber- Hito le dice:

Este es el pasillo, cosa que ya sabes, y no se te ocurra columpiarte porque te caneo, y sabes que lo haré.

Otra cosa es cuando viene algún desconocido para quedarse, tal que Rata o en su defecto esa Cosa Rosa que compré hoy en la farmacia con la que Hito está muy entretenida.

Rata ya es de la familia y no recuerdo el procedimiento exacto pero si algunas coincidencias con la Cosa Rosa de hoy, como por ejemplo:

Este es el pasillo, aquí jugamos, te caneo y esa es mi cama.

Ahí se da un periodo de acercamiento y juegan -Hito apalea a la Cosa Rosa- hasta conocerse mejor. Acto seguido entra en detalles importantes:

Esta es la caja de la arena, si te meas o similar hazlo dentro a no ser que no te de tiempo a llegar que entonces lo limpias como puedas con la pezuña y pones cara de culpable o si está muy sucio, directamente lo haces fuera...

La siguiente gran cosa de importancia sería...

... y aquí está la comida... allí el agua de beber y de vez en cuando lavarse...

Y cuando la confianza ya es extrema, tal que con Rata pasan cosas del tipo de...

...esta donde estás es la cama de los dueños. ¿Mola eh?

...o...

Mira que te tengo dicho que estar sobre el tendal es peligroso, así que baja ahora mismo o te bajo yo.

...o incluso...

Aquí hace calorín y se echan buenas siestas...

O directamente...

Si no quieres que se vayan de casa este es el lugar perfecto para estar.

¿En qué se traduce esto?

Fácil: he encontrado los juguetes de Hito tanto en el pasillo -su lugar habitual- como en la caja de las caquitas, metidos en el comedero, empapados en el bebedero, encima de mi cama, debajo de mi cama, al pie de los radiadores, encima de los radiadores, encima del monitor, en la propia cama de Hito... Y directamente he flipado al darme cuenta de que el animal enseña sus costumbres a sus muñecos como si de nuevos habitantes de su casa se tratasen y les dice dónde hacer sus necesidades, comer o dormir, o hasta desde dónde se vigilan mejor las palomas del edificio de enfrente...



En fin, que no nos íbamos a pensar que es sólo cosa nuestra lo de tener nuestras manías y educar a los visitantes en nuestros propios usos y costumbres.

La pregunta es, si Hito se mete en la ducha cuando te estás duchando, ¿llegará el día en que además se lleve su propio patito de goma?