Milenta maneras de matar a alguien
Lo del no dormir bien es tremendo.
Te metes en la cama tarde, lees un libro y, cuando decides que es hora de intentar dormir, apagas la luz.
No, pues hoy tampoco parece Orfeo querer dejarte entrar en su reino... y comienza el calvario.
Lo peor de no poder dormir es que se agudiza todo lo que entra por los demás sentidos, en especial el oído y tal es así que lo primero que te acecha desde la oscuridad son los ronquidos del que tienes al lado.
Es asumible, un ruido medianamente normal de una noche cualquiera que todos podemos llegar a hacer. Ciertamente a veces, si le añadimos un catarro, el grado del ronquido se hace insoportable, pero nada tan sencillo de solucionar como peregrinar al sofá con la almohada y una buena manta.
Lo malo es que el insomnio te persigue y continúas "escuchando cosas", como por ejemplo la vecina de arriba: menos de un metro cuarenta de puro veneno disfrazado de tierna viejecita.
Sí, sí, es algo habitual, tanto lo de las tiernas viejecitas que son lobos disfrazados como lo de los ejercicios espirituales de la de arriba basados en la limpieza nocturna y la redecoración de la casa y el movimiento de los muebles...
Tal es así que tras varias indirectas del tipo de "no habrá otras horas para pasar la aspiradora que las 2, las 3, las 4 de la mañana..." comenzó a pasarla a las mismas horas pero en modo "suave". Bueno, no son horas pero apenas se escucha.
Pero lo de anoche añadido al no poder dormir... hace que uno comience a pensar cosas extrañas y se acuerde de individuos tipo Dexter, Hannibal Lecter y un variado número de nombres similares.
Y comienzan a pasarte por la cabeza cosas como...
¿... y si subo, pico a la puerta y cuando abra la agarro por los pelos y le meto la cabeza en el quicio de la puerta y la abro y cierro con ganas hasta que me canse? No, demasiado cansado para estas horas de la noche...
¿... y si subo y cuando abra la puerta me ofrezco a ayudarla a mover muebles y... ups! se le cae uno encima sin querer...? No, demasiado sonoro... aunque no menos que lo que ella estaba haciendo sola...
¿...y si subo y la saco por los pelos y la tiro por el hueco de la escalera..? Na, demasiado "habitual"...
¿...y si enfoco los bafles al techo y pongo Rammstein a toda potencia hasta que le de un infarto? No, igual le gusta y monta una fiesta...
¿... y si me levanto de una puta vez y me tomo un tranquilizante? Sí, casi mejor porque me va a dar un pachungo...
Tras media hora más de sufrimiento, la cosa se tranquiliza y los pensamientos se suavizan, tal que me quedo con una forma "más sencilla" de cómo acabar con el problema: me encantaría poder tener un botón que apretar cuando esta mujer entra en sus fases de actividad nocturna y que dicho botón liberase un gas en su casa -me da igual tranquilizante que mortal- que me permitiese escuchar un último golpe seco: el de la paisana cayendo al suelo, dormida o muerta, depende de su actividad de la noche...
No son pensamientos de una mente muy normal pero cuando la historia se repite noche tras noche y se junta con el insomnio, cualquiera no se siente perturbado...
Mientras tanto, a ver si la encuentro por ahí para volver a "sugerirle" que haga deporta a otras horas. O eso o voy pensando como instalar el "gas".
¡Mekawen tolas las welitas con piel de cordero!
Te metes en la cama tarde, lees un libro y, cuando decides que es hora de intentar dormir, apagas la luz.
No, pues hoy tampoco parece Orfeo querer dejarte entrar en su reino... y comienza el calvario.
Lo peor de no poder dormir es que se agudiza todo lo que entra por los demás sentidos, en especial el oído y tal es así que lo primero que te acecha desde la oscuridad son los ronquidos del que tienes al lado.
Es asumible, un ruido medianamente normal de una noche cualquiera que todos podemos llegar a hacer. Ciertamente a veces, si le añadimos un catarro, el grado del ronquido se hace insoportable, pero nada tan sencillo de solucionar como peregrinar al sofá con la almohada y una buena manta.
Lo malo es que el insomnio te persigue y continúas "escuchando cosas", como por ejemplo la vecina de arriba: menos de un metro cuarenta de puro veneno disfrazado de tierna viejecita.
Sí, sí, es algo habitual, tanto lo de las tiernas viejecitas que son lobos disfrazados como lo de los ejercicios espirituales de la de arriba basados en la limpieza nocturna y la redecoración de la casa y el movimiento de los muebles...
Tal es así que tras varias indirectas del tipo de "no habrá otras horas para pasar la aspiradora que las 2, las 3, las 4 de la mañana..." comenzó a pasarla a las mismas horas pero en modo "suave". Bueno, no son horas pero apenas se escucha.
Pero lo de anoche añadido al no poder dormir... hace que uno comience a pensar cosas extrañas y se acuerde de individuos tipo Dexter, Hannibal Lecter y un variado número de nombres similares.
Y comienzan a pasarte por la cabeza cosas como...
¿... y si subo, pico a la puerta y cuando abra la agarro por los pelos y le meto la cabeza en el quicio de la puerta y la abro y cierro con ganas hasta que me canse? No, demasiado cansado para estas horas de la noche...
¿... y si subo y cuando abra la puerta me ofrezco a ayudarla a mover muebles y... ups! se le cae uno encima sin querer...? No, demasiado sonoro... aunque no menos que lo que ella estaba haciendo sola...
¿...y si subo y la saco por los pelos y la tiro por el hueco de la escalera..? Na, demasiado "habitual"...
¿...y si enfoco los bafles al techo y pongo Rammstein a toda potencia hasta que le de un infarto? No, igual le gusta y monta una fiesta...
¿... y si me levanto de una puta vez y me tomo un tranquilizante? Sí, casi mejor porque me va a dar un pachungo...
Tras media hora más de sufrimiento, la cosa se tranquiliza y los pensamientos se suavizan, tal que me quedo con una forma "más sencilla" de cómo acabar con el problema: me encantaría poder tener un botón que apretar cuando esta mujer entra en sus fases de actividad nocturna y que dicho botón liberase un gas en su casa -me da igual tranquilizante que mortal- que me permitiese escuchar un último golpe seco: el de la paisana cayendo al suelo, dormida o muerta, depende de su actividad de la noche...
No son pensamientos de una mente muy normal pero cuando la historia se repite noche tras noche y se junta con el insomnio, cualquiera no se siente perturbado...
Mientras tanto, a ver si la encuentro por ahí para volver a "sugerirle" que haga deporta a otras horas. O eso o voy pensando como instalar el "gas".
¡Mekawen tolas las welitas con piel de cordero!
Etiquetas: Diarreas mentales, exorcismos, humor, pifias, sucesos
2 Comments:
Te cambio tu vecina por la mía. La amable señora que duerme contra mi pared tiene una extraña enfermedad respiratoria que hace insufribles todas y cada una de las noches de mi vida. No podemos dormir ni con tapones. Sus ronquidos no son humanos, son algo así como un perro moribundo con una yegua parturienta y la niña del exorcista, todo junto y revuelto.
Os cambio a las dos a mis vecinos, tiene cuatro nietos comprendidos entre los 6 meses y 4 años, y las huevonas de las hijas se las dejan a los padres, lloran y lloran todas la noches, la abuela se cae de la cama por levantarse a toda prisa y bajar al piso de abajo a ver que le pasa al niño de los huevos, parece que no sea roto nada, juassss, vale intento sormir a pesar de lo niños y mis acúfenos, cuando por fin lo consigo, han pasado dos horas llora otro hijo de su madre, y vuelta a empezar,¿cambiamos vuestra vecinas por mis abuelos y sus 4 nietos?es insoportable, duermo poco y cuando lo consigo pasa lo que pasa, besos y paciencia y algún lexatín.
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