Caos infinito
Silencio.
Un zumbido.
Ojos de gato, verdes con manchas azules, cruzando raudos la oscuridad.
Más silencio.
Ideas que fluyen.
¿Qué escribir?¿Por qué escribir?
Porque se lanzan palabras al vacío como quien sacude un mantel lleno de migas para desprenderse de los restos antes de volver al cajón.
Porque muchas veces son como las lágrimas derramadas en el mar o como una gota de agua más cayendo de la ducha.
¿Quién se fija en un grano de arena? ¿Quién debería de fijarse?
Un caminante sin destino, detenido en la belleza de la nada, en la fealdad del todo, postrado por el peso de un mundo excesivo, excedido y a la vez tan vacío.
Ronroneo.
Cae la noche.
Vuelve el silencio.
Un zumbido.
Ojos de gato, verdes con manchas azules, cruzando raudos la oscuridad.
Más silencio.
Ideas que fluyen.
¿Qué escribir?¿Por qué escribir?
Porque se lanzan palabras al vacío como quien sacude un mantel lleno de migas para desprenderse de los restos antes de volver al cajón.
Porque muchas veces son como las lágrimas derramadas en el mar o como una gota de agua más cayendo de la ducha.
¿Quién se fija en un grano de arena? ¿Quién debería de fijarse?
Un caminante sin destino, detenido en la belleza de la nada, en la fealdad del todo, postrado por el peso de un mundo excesivo, excedido y a la vez tan vacío.
Ronroneo.
Cae la noche.
Vuelve el silencio.
Etiquetas: exorcismos
1 Comments:
Lo pequeño es lo que existe;disfruta de ello y sueña.........por ahora aún no cobran por hacerlo. Tardamos en aprender a valorar lo importante, y, luego ya es tarde.
Un besiño
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