jueves, 16 de mayo de 2019

Klimt, un tutorial sobre pintura al óleo

Nunca fui a clases, simplemente me picaba la curiosidad por cómo se hacían las cosas. Me pica la curiosidad.

Y como los niños, sigo investigando y aprendiendo, a veces a base de prueba y error y otras veces simplemente aprovechando los errores para crear cosas nuevas. Nunca sabes lo que puede salir de una pincelada mal dada (oh, un sfumatto!) ni de un goterón de pintura que se escapa (anda, reflejos de agua!).

Así que si mi experiencia sirve de algo, por aquí dejo el cómo he realizado una parte de Las Tres Edades de la Mujer de Gustav Klimt.

Lo básico es saber que todo parte de pocos colores: azul ultramar, carmín de garanza, tierra tostada, rojo escarlata, blanco titanio y amarillo cadmio.

Con esto se hace todo.

Un tutorial  muy bueno sobre la mezcla de colores y los aclarados y oscurecidos de los mismos, lo podéis encontrar aquí:


Este hombre es muy bueno y creo que lo voy a considerar el único profesor de pintura que he tenido nunca, a parte de los libros.

Con eso y el consejo de no utilizar nunca un color negro tal y como viene en el bote -porque no es un pigmento propiamente dicho como los naturales y reacciona raro al contacto con barnices de protección, dejándonos un churro de impresión-, ya os podéis lanzar a la piscina.

En caso de necesitar un color negro: carmín de garanza con azul ultramar y tierra sombra tostada. Eso hace maravillas.

Lo primero es trasladar al lienzo la idea. En este caso era esta versión cortada de la obra "Las Tres Edades de la Mujer" de Gustav Klimt.


La obra completa la podéis encontrar en este enlace.

Parecía sencillo. Y más o menos, lo fue. Sólo hay que tener en cuenta un par de cosillas: que Klimt venía de la pintura impresionista con un estilo  muy propio y que en ese tipo de pintura nada es lo que parece. Los colores se alteran, las proporciones, las ideas... y si a eso se le suma la corriente simbolista en la que se puede adscribir este autor, tenemos un caldo de cultivo interesante. Básicamente: olvidad todo precepto conocido de la carne es carne porque aquí hay tonos amarillos, verdes, blancos, morados y un montón de cosas más.

Primero lo llevamos al lienzo. Por el método de cuadrícula es lo habitual, pero no soy muy dada a esto si no a aplicar el ojo y la tecnología disponible.
Os explico más adelante.

Lo primero, el esbozo a lápiz. Ésto nos da una idea de por dónde van las manchas de color.
Luego un primer... ¿borrador? Vamos, metiendo bases de color, que nada tendrán que ver con el resultado final, por cierto.


Esto define los espacios donde más o menos irá la pintura definitiva.
Con una foto del cuadro que llevamos y con una imagen del que queremos llevar al lienzo, sólo tenemos que hacer una comparación en un editor de imágenes para saber dónde nos estamos confundiendo.

Por ejemplo, con el Gimp, software libre con una potencia muy interesante, al nivel del Photoshop.

Esta imagen que os dejo es de otro proyecto pero podéis ver por donde van los tiros.

A la derecha el original. A la izquierda la misma imagen original con una foto de lo que estoy haciendo superpuesta. Básicamente se duplica la capa y el ancho del lienzo para que se puedan poner tal que se vean las dos imágenes y se pega una capa nueva con nuestra foto encima. A esa capa se le baja la opacidad para ver qué hay detrás y ya vemos por dónde nos hemos equivocado para hacer las correcciones de dibujo oportunas.

Creo que es más concreto y útil que  el método de cuadrícula habitual y si se trata de realizar una reproducción totalmente fiel, es muy efectivo.

De esta prieza de Klimt no guardé esta comparativa, no hizo falta. Es bastante sencillo pese a lo que pueda parecer.

A partir de esas manchas que hemos hecho, lo siguiente es ir dando forma definitiva y volumen.


Un consejo: es bueno pintar desde el fondo hacia adelante y lo último que se da es el color blanco. ¿Por qué? Porque si realizáis un trabajo que consideráis bueno, pongamos en la cara y al hacer el fondo, se nos cae pintura encima, trabajo por tierra.

Mi técnica favorita es el uso de un pincel semiduro en seco. Y esto que se ve aquí es (era) mi mejor pincel. Con él se acabó esta pieza.


Está destrozado. Literalmente.

Para las manchas de color básicas, se añade a la mezcla unas gotas de esencia de trementina mezcladas con aceite de linaza (yo meto proporción 1 de trementina, 2 de linaza), para que haga la pintura más fluida y extensible.

Al día siguiente, comienzo a meter los volúmenes y colores que darán la forma definitiva con ese pincel seco. Es como una sesión de maquillaje aplicable a cualquier cosa que se añada al lienzo.


Un ejemplo en el de Frida que visteis antes. De esas bandas, se procede al modelado.

Ese pincel seco hace que la pintura sea más controlable y  lo hace fundirse con la capa de abajo sin transiciones visibles. Lamentablemente del Klimt no tengo la sesión de maquillaje. Me pudo el ansia pictórica y no lo documenté.


Al día siguiente, se dan los detalles: modelado de labios, pestañas, pelo y todos los pequeños detalles que hay "por encima".

Lo último que se ha añadido a esta pieza es el color dorado. No lo he realizado como en los originales, aunque me pica tremendamente la curiosidad sobre cómo quedará el pan de oro y sobre todo, cómo llevarlo a cabo. Aquí básicamente se pintó con un barniz dorado soluble en aguarrás.


El efecto no es perceptible desde de frente pero sí desde otros ángulos de vista pero queda así de bonito.

Y con todo esto, el resultado es esto:


Algún detalle:


Y te quedas así como con cara de "OH, ESO LO HICE YO?!!?!?!?!"

Por último, sólo una cosa más: cuando se pinta, haced caso de los impresionistas y aquello de que las imágenes se forman en la retina y son una suma de colores. No os rompáis los cuernos intentando hacer algo "perfecto" ni "perfectamente liso y volumétrico" pues la perfección sólo se aprecia cuando se ve desde lejos. ¿Tenéis los cuadros de casa colgados y los miráis a dos centímetros o los veis desde un metro o más?

Pues eso, de vez en cuando es bueno posar el pincel, dar unos pasos hacia atrás y ver en conjunto qué es lo que se está haciendo.

Eso y enamorarse de cada cosa que se pinte es el truco.

Espero que todo este rollo le sea útil a alguien.

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