Ropa, tallas, empleadas y kilos
La semana pasada fue la comedia de Cibeles y demás pamplinas. Hoy fui a comprar unos pantalones y pese a haber perdido 3 kilos me encuentro conque la talla que tuve que comprar era superior a la de mis vaqueros viejos.
Encontré hace unos años una tienda en el Parqueprin que tenía tallas para gente “normal” -de más de 50 kilos en “mojao”- y desde entonces era una persona feliz pensando que podía comprar ropa allí acorde a mi edad y que me sirviese, pero hoy quedé un pelín decepcionada porque estoy viendo que esta tienda va por el camino de que cuando vuelva a comprar dentro de X tiempo diré eso de “vaya, no me vale. Probaré dentro de 10 kilos...” como me pasa en el resto. De los sitios de ropa “joven” y asequible a un bolsillo “cuatrocientoseurista” -no me mola el uso de términos estúpidos surgidos de dominicales pero es el que mejor define la situación- dos eran las cadenas que tenían tallas relativamente normales: Zara y HyM, sin que sirva de precedente el hacer propaganda gratuita. En la primera, los precios se incrementaron hasta extremos insospechados mientras que las tallas bajaron hasta el punto de que el otro día le pregunto a una dependienta por una talla XL de abrigo y me dijo con cara de pena y tras mirarme de arriba a abajo: “no, la más grande es la M (ediana). ¿Qué es para tí? Qué pena, con lo guapo que es”. Era para responderle un “no te jode, no para mi no, para mi pierna derecha que se me está volviendo anoréxica” pero en esos momentos no reaccionas porque te queda tal cara de plátano que no dices nada.
En la otra cadena, el problema es que las tallas siguen siendo hasta la 48 pero sólo de etiqueta: por lo visto la tela se perdió por algún sitio.
Hace unos años surgió la polémica de la anorexia y se hizo posible el encontrar con qué vestirte sin parecerte a tu wela, pero ahora estamos otra vez en las mismas.
Por cierto, estimados señores encargados de cadenas de ropa: hagan el favor de contratar a encargadas y dependientas con un poco de educación y no a tanta niñata estúpida sin cerebro para que luzca sus trapitos, que para eso ya tienen las perchas y por lo menos, estas últimas, no juzgan a nadie por el tamaño de su culo.
Encontré hace unos años una tienda en el Parqueprin que tenía tallas para gente “normal” -de más de 50 kilos en “mojao”- y desde entonces era una persona feliz pensando que podía comprar ropa allí acorde a mi edad y que me sirviese, pero hoy quedé un pelín decepcionada porque estoy viendo que esta tienda va por el camino de que cuando vuelva a comprar dentro de X tiempo diré eso de “vaya, no me vale. Probaré dentro de 10 kilos...” como me pasa en el resto. De los sitios de ropa “joven” y asequible a un bolsillo “cuatrocientoseurista” -no me mola el uso de términos estúpidos surgidos de dominicales pero es el que mejor define la situación- dos eran las cadenas que tenían tallas relativamente normales: Zara y HyM, sin que sirva de precedente el hacer propaganda gratuita. En la primera, los precios se incrementaron hasta extremos insospechados mientras que las tallas bajaron hasta el punto de que el otro día le pregunto a una dependienta por una talla XL de abrigo y me dijo con cara de pena y tras mirarme de arriba a abajo: “no, la más grande es la M (ediana). ¿Qué es para tí? Qué pena, con lo guapo que es”. Era para responderle un “no te jode, no para mi no, para mi pierna derecha que se me está volviendo anoréxica” pero en esos momentos no reaccionas porque te queda tal cara de plátano que no dices nada.
En la otra cadena, el problema es que las tallas siguen siendo hasta la 48 pero sólo de etiqueta: por lo visto la tela se perdió por algún sitio.
Hace unos años surgió la polémica de la anorexia y se hizo posible el encontrar con qué vestirte sin parecerte a tu wela, pero ahora estamos otra vez en las mismas.
Por cierto, estimados señores encargados de cadenas de ropa: hagan el favor de contratar a encargadas y dependientas con un poco de educación y no a tanta niñata estúpida sin cerebro para que luzca sus trapitos, que para eso ya tienen las perchas y por lo menos, estas últimas, no juzgan a nadie por el tamaño de su culo.
Etiquetas: crónica social, moda, salud pública
2 Comments:
ESTOY CONTIGO,PIENSO QUE SE HAN PASADO UN POCO CON QUERER QUE LAS TALLAS SEAN ASI DE PEQUEÑAS.DEBERIAN SER NORMALES UNA 40 TENDRIA QUE SER 40 IGUAL EN UNA TIENDA QUE EN OTRA,NO IR A UNA TIENDA Y LLEVARTE UNA 38-40 E IR A OTRA Y SALIR CON UNA 42 OOO PORQUE HAY VECES QUE HASTA UNA 44.LO UNICO QUE VAN A CONSEGUIR CON ESTAS MODELOS ANOREXICAS,ESQUE LAS NIÑAS SE VUELQUEN EN LA ANOREXIA Y LA BULIMIA,Y TODO PARA PARECERSE A ESAS MODELOS TAN MONAS (PARA ELLAS CLARO,PORQUE A MI ME PARECEN ESPANTOSAS).LA MUJER MUJER ES LA QUE TIENE DONDE AGARRAR NO LA QUE SOLO TIENE HUESOS.
Eso es lo yo pienso, y mucha más gente, aunque desgraciadamente, las cosas no parecer haber mejorado demasiado con esta campaña de "unificación de tallas" si no que ahora ya afectan incluso a las tallas de los zapatos, es increíble...
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