lunes, 23 de octubre de 2006

Teorías conspiratorias sobre la isla de perdidos y Asturias

ATENCIÓN: la siguiente información puede reventar el argumento de Perdidos para los que no sigan la serie.

Por fin creo haberme hecho con la solución. Después de dos temporadas y 3 capítulos de la tercera, los partes meteorológicos de los últimos 20 años y una buena dosis de aburrimiento, lo tengo. Puedo gritar eso de ¡Eureka!

La isla de perdidos es Asturias. Es algo totalmente obvio y que tras mi explicación va a saltar a la vista:

- Los partes meteorológicos no dan una: pasa un frente con avisos de protección civil y la de mi madre, que en teoría tenían que estar cayendo chuzos de punta y llevándonos vientos hipohuracanados, pero no. Hace un sol de flipar y no hay una puñetera nube en el cielo. Si el frente recorre la península de oeste a este y pasa de Galicia al País Vasco... ¿no debería de haber tocado algo a Asturias que está justo en el medio? ¿Está Asturias justo en el medio o estamos en otro sitio que nadie sabe dónde queda? Conclusión: Asturias se haya en una especie de triángulo de los pantalones cortos de situación desconocida. Me dan escalofríos solo de pensarlo.

- Las únicas instalaciones de la isla de perdidos son laboratorios “altamente tecnológicos” aunque en realidad parecen totalmente abandonados, luego eso es arqueología industrial. Claramente es Asturias.

- Nadie trabaja en perdidos, todos eran antes médicos, hijos de mafiosos, ladrones, timadores, traficantes o adictos a las drogas, un millonario gafe con amigos imaginarios, pescadores o incluso artistas. Claramente ahora están todos al paro: sin duda, están en Asturias.

- En algún lugar con una lujosa urbanización están los Otros, aquellos a los que nadie conoce ni ve pero que existen y que viven de puta madre, tienen de todo e incluso tienen trabajo y no sólo eso, si no que hacen lo que les sale de los webos incluso con la pobre gente que está al paro: son sindicalistas y políticos Asturianos.

- En la selva aparecen todo tipo de animales salvajes que no pegan ni con cola en la zona, desde osos polares a caballos y una pestilencia negra de la que todos corren. Eso es Asturias: el oso es Tola pero en canoso, los caballos son los asturcones que dicen que están por ahí y la pestilencia negra es la contaminación que nos producen las alumineras metidas en casco urbano. Claramente, no puede ser otro sitio que no sea Asturias.

- La introducción sistemática de los números: es la única esperanza de los asturianos, todos echamos la primitiva a ver si algún día en lugar de salir numeros rojos -como cuando no se introducen los números- se nos vuelve a "rellenar la cuenta".

- Último indicio: todos quieren salir de la isla pero no hay manera. Es la añoranza de la tierrina, que nos obliga a ser leyendas urbanas pero por cojones, tenemos que volver siempre. Y no sólo eso si no que cada vez que intentamos salir por carretera hacia otros territorios peninsulares es como cuando los perdidos intentan cruzar por el bosque: les dan unas hostias que no se tienen.

Conclusión: Ya sabemos quien eres Henry Gale, lo que pasa que dejaste los pinchines y quedaste un poco más delgadín, pero sigues siendo el malo de la película :-P

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