Transformers

O cuanto juego pueden llegar a dar unos juguetitos de nuestras infancias...
La verdad es que entré en el cine pensando eso de "vaya bodrio que voy a ver", pero qué va, a los cinco minutos te das cuenta de que ya te ha sorprendido gratamente y que llevas un rato partiéndote de la risa. No voy a decir que es una obra de arte ni una peli de culto pero es de las que amortizas la entrada -140 minutos- y te hace pasar un buen rato.
Primero te ríes, mucho, luego llegas a odiar a John Turturro -como en casi todas su películas- y al final llega un momento tremendo de acción trepidante. Sólo una pifia muuuuy gorda y una pérdida extraña: cuando el jefe de los transformers, Optimus Prime, recoge las gafas del abuelo del chico del suelo, se les fue la mano con el asunto de las proporciones pero a lo bestia. La otra, al margen de que la rubia que logra descifrar el código no es nada creíble, es que la pierden a ella y a su amigo. Después de cierta escena no se vuelve a saber nada de ellos. ¿Dónde se quedaron? ¿En un recorte de metraje? No se puede ser perfectos, pero esta peli me gustó, es más, llegas a encariñarte con el transformer del coche amarillo, Bumblebee: es un cachondo X-D

Aquí dejo el trailer, que pese a parecer un esperpento de seudo ciencia ficción y apabullantes efectos especiales, no le hace honor en absoluto a la película. Sorpréndanse por sí mismos en los cines: