jueves, 4 de octubre de 2007

Mobiliario público

¿Alguna vez pensamos en que muchas de las cosas que adornan la calle son objetos de mobiliario que se escogen como quien escoge los muebles para su casa? Entonces, si para nuestra casa cogemos cosas que nos hagan el lugar cómodo, acogedor o simplemente escogemos objetos apropiados para el uso al que están destinados o que nos hagan algo un poco más apacible a la vista, es para preguntarse ¿pero quien escoge la pila de mierda que plaga nuestras calles?

Indudablemente, los tiempos cambian y los usos también y ahora mismo no procedería crear un espacio público en el que se ubicase un parque, un kiosco de la música estilo modernista con sus farolas a juego en hierro colado negro y sus formas curvilíneas, sus bancos, sus fuentes... Indudablemente habría que adaptarlo a nuestra época, pero ¿por qué lo que se adapta se hace de una manera tan súmamente cutre y dolorosa al a vista? ¿Estamos de nuevo a los comienzos de la era industrial? Todavía hace una temporada nos sorprendían en el distrito cabeza de la república bananera colocando en la calle que absorbe todo el tráfico una especie de pértigas curvadas pareadas de cuyos extremos cuelgan cazoletas con floripondios. Una idea estupenda si no se hubiesen colocado en el centro de una acera de un metro y poco de ancho donde, si se cruzan dos personas, junto con el armatoste, hay que tirarse a la carretera para poder seguir caminado. El asunto de las flores de plástico vamos a dejarlo...

Eso sí, sorprende en ciertas ciudades, como por ejemplo Gijón, donde si uno se fija, el apreciar pequeños detalles que convierten a farolas, papeleras y otros elementos callejeros en algo más apacible a la vista y menos ofensivo. Entre las cosas que mas llaman la atención fue la llamada al arte grafitero para cubrir las cajas de mecanismos de semáforos, alumbrado público, contenedores y similares, que realmente los hacen agradables. Lamentablemente no tengo ninguna foto, pero las tendré porque merece ser rescatado. Ignoro si fue un llamamiento del ayuntamiento o si alguien lo hizo por cuenta propia, pero viendo como están las cosas, casi seguro que fue iniciativa cabildera -porque si te pillan podando una cuneta que te impide ver la carretera y te empapelan, qué no te harán si te pillan pintando un contenedor por muy chulo que quede?-.

Por las mismas, con pocos recursos y mucha imaginación, los desagües, al margen de convertirse en un elemento artístico, pueden pasar a ser un objeto que nos alegre el paseo rutinario por la ciudad:

alcantarillaalcantarilla
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Más aquí.

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1 Comments:

Blogger Carmiña said...

Hla:
estoy de acuerdo contigo.

5 de octubre de 2007, 0:06  

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