jueves, 24 de julio de 2008

Porque según tal...

¿Lo conoces no? ¿Nunca has leído nada suyo? Huy, pues vas a ser de los pocos...

Son frases típicas de alguien que te saca una cita o situación de un libro una y otra vez y pretende, con un arrebato de intelectualidad, que todo el mundo haya leído lo mismo.

Muchas veces me pregunto antes situaciones como esta, si toda esa gente que ante estas preguntas contesta un "sí, lo conozco", lo hace de verdad porque también lo ha leído o esas respuestas afirmativas no dejan de ser más que un acto de camuflaje grupal: si dices que no lo conoces, quedas mal. Si dices que lo conoces, eres uno más dentro del grupo intelectual.

Pero... ¿cómo es posible que todo el mundo haya leído lo mismo teniendo en cuenta la gran cantidad de material para leer que existe en el mundo? Para mi que la cosa no funciona con tales coincidencias.

Indudablemente, según una persona se mueva, digamos por sus estudios, por su trabajo, por su estilo de vida si se quiere, hay una serie de lecturas que pueden coincidir. Un historiador del arte conoce a Wittkower porque en él se basó su asignatura de arte italiano renacentista y barroco. Alguien que realice lecturas compulsivas de verano se habrá leído todos los best sellers de la historia comenzando por el Código Da Vinci y a otros no se les sacará del Marca o del Pronto, según tendencias...

¿Pero qué hace a una persona pensar que lo que conoce es conocimiento generalizado y lo que lee, lectura obligatoria para la densa humanidad? Ni idea...

Puede que existan -y existen- grandes obras literarias, de referencia o hitos históricos, al margen de los que cada año pueblan las famosas listas de "los 100 libros que todo el mundo debería de leer", pero, el Quijote puede ser una representación muy digna de la rebelión contra los libros ñoños de caballerías de la época, muy representativo del periodo y lo que se quiera, de la misma manera que la Divina Comedia es una increíble descripción de cómo se creía era el infierno en otra época distinta, muy sazonada con lo que se podría llamar "la prensa amarilla" del momento en la Italia del momento -y que si no se leen las introducciones históricas de la misma, no pasará de ser un mero relato gore-.

Aun con ello, nadie está obligado a leer estos dos libros y el primero no deja de ser un peñazo soberano, pese a quien pese. El segundo... es una cuestión de gustos. Y nunca miraré a nadie por encima del hombro cuando salga el tema y no lo conozca: cada uno lee lo que le interesa y ahí se queda la cosa. Puedes leer algo y que te guste. Puedes recomendarlo. Puedes hacer un resumen que incite a alguien a su lectura y puedes contárselo con pelos y señales reventándole el final... Pero nunca podrás obligar a alguien a leer algo porque sí, porque lo dice alguien o algo.

Por mi parte, seguiré diciendo cuando alguien me saque una cita de un libro y me diga el típico "¿lo conoces?", que sí o que no, si no lo conozco. Porque esas cosas de la diversidad, no sólo existen en las noticias pedantes y pretendiblemente progres de la prensa y de determinados círculos seudointelectuales: la diversidad también existe en los gustos de los lectores y si está ahí, no es para camuflarla.

¿Cuál es un buen libro?

El que, al terminar de leer su última página, te deja esa sensación de nostalgia, de haber perdido algo, de que lo vas a echar de menos.

Todo lo demás, no importa.

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7 Comments:

Anonymous Anónimo said...

plas plas plas plas (aplausos)

Cuanta verdad ¡¡
sobre gustos esta ya todo escrito y por tanto como bien dices la diversidad es tan incalculable que solo el hecho de preguntar "No lo conocen?" es de un atrevimiento muy borde, casi subnormal.

Sobre los libros obligatorios sin duda siempre me los pase por el forro. Mientras me obligaban a leer el Quijote yo leia a escritores de novelas de bolsillo, cuando ya no me olbigaban me lo pille y lo lei. Creo tambien que lo importante entre tanta diversidad es ejercer libremente el poder seleccionar, si simplemente siempre miramos en la estanteria de los top ten recomendados o los top 100 no seremos mas que unos borregos con una libertad muy bien acotada a la moda, la tendencia, el comercio, ...
Creo que de esta forma, leyendo lo que todos leen, lo mas vendido, ... podremos algún día realmente pensar que todo el mundo lee lo que nosotros hemos leido y podremos mantener una conversacion entre intelectuales mientras tomamos té, jugamos al golf, tomamos una botella de agua en una terraza de una plaza centrica de una gran ciudad (paris, newyork, ...), ... bla bla bla

(se me piro la mano, sorry).

24 de julio de 2008, 15:35  
Blogger Hiroshige said...

Tranquilo que aquí puedes explayarte tranquilamente X-D
A mi me pasaba lo mismo con los "obligatorios": me daban pol saco la tira, aunque años después terminé leyéndolos.
Lo mejor de haberte leído un libro que no se haya leído "el otro", es que puedes darle vida a sus palabras, si fue lo suficientemente bueno, para poder contárselo a otra persona.
¿No te presta por la vida revolver en las estanterías de esas librerías donde los libros se apilan a lo largo de paredes más allá de los típicos top ten? A mi me encanta :-D

24 de julio de 2008, 15:41  
Blogger AXA said...

Completamente deacuerdo con lo que dices y también aplaudo como Logsintheshell.

Yo lo tengo claro, tanto con los libros como con las películas. Si me gusta y me deja esas sensaciones que explicas en el parrafo final digo claramente que me gusta y que es bueno a pesar de que todo el mundo opine lo contrario. Y viceversa.

Hubo un tiempo, hace ya muchos años, en el que me dejaba influir por las opiniones de otros y hubo cosas buenas -que yo sabía que eran buenas -a las que marginé porque decían que era lo correcto. Fue una época muy oscura y me alegro de salir de ella.

Ahora miro atrás en el tiempo y recuerdo lo idiota que llegué a ser.

25 de julio de 2008, 1:11  
Blogger Laurix said...

¡cuánta razón!
Tenemos tendencia a hacer ese tipo de cosas, y decir, pero "cóm oes que no lo conoces?" En fín, será tendencia a hacerse "el listo".
A mí tampoco me gusta que me digan qué leer, leo lo que me apetece y cuando me apetece. A veces me han recomendado libros que no valían nada, y viceversa, y siempre creo que un buen libro es que el que consigue seducirte en el momento adecuado, aunque no aparezca en las listas de los "más vendidos" ni de "los que hay que leer"

25 de julio de 2008, 10:31  
Blogger Hiroshige said...

Axa, la verdad es que la cuestión de las influencias es imposible de evitar: siempre hay una etapa determinada de tu vida en la que te dejas influir demasiado por algo o alguien. Aunque no es malo, ya que la persona se acaba formando a base de esas cosas. Lo malo es para aquellos que sólo son una mera influencia sin aportar nada propio.

Laurix, los más vendidos son terribles muchas veces x-D Llevo una temporada sacando mis lecturas de los "quinta mano" a un euro y encuentras verdaderas maravillas.

25 de julio de 2008, 13:37  
Blogger Guti said...

¿El Quijote, un peñazo? ¡Pero bueno, habráse visto! No, creo que lo que pasa es que te has confundido, y el peñazo es La Divina Comedia...

¿O es que no has leído el Quijote? Huy, pues debes de ser de los pocos :-)

Hasta aquí era todo coña marinera, no sé si se nota. Pero he dicho una verdad: el Quijote lo leí, y la Divina Comedia la empecé y me rendí. Creo que para leer la Divina Comedia hay que tener una formación sólida en ciertas cosas, o una mentalidad camaleónica para ponerse en aquel siglo, o mucha determinación. Me faltaban las tres.

Yo, lo que no he leído, no lo he leído. No sé con qué clase de gente te relacionas para que te preocupe no haber leído un libro :-) Si el libro es malo, eso que te ahorras; si es bueno, tienes la suerte de poder descubrirlo todavía. ¡Cómo me gustaría no haber oído a los Beatles! ¡Cómo me gusta no haber oído casi nada de Springsteen, que todavía estoy a tiempo de descubrir su discografía completa!

Yo últimamente cuando voy a la biblioteca sigo el siguiente criterio, tremendamente académico:

- Libros de cómics: busco los más gordos, porque si no se acaban demasiado rápido. Y que el dibujo, a primera vista, me apetezca.

- Libros de letras: mejor si son más finos, porque así los acabo pronto y leo más cosas diferentes.

Así que ya ves, voy "al peso". Y muchísimas veces elijo al azar, mirando por la estantería hasta que veo algo que me apetece. Alguna vez también busco por curiosidad o recomendación. Por ejemplo, entre otros ahora estoy con "La democracia en América", de Tocqueville, que a priori parece un coñazo pero tenía curiosidad por ver qué se cuenta, y todavía no he abandonado. Así que leo así, a lo tonto.

Total, que no me preocupa en lo más mínimo no haber leído algo que han leído otros. Nada de nada. No creo que debas hacerlo. Sé snob, sé diferente, sé glamourosa, desprecia los best-sellers. Yo lo hago y no me vuelvo nada glamouroso, pero no pierdo la esperanza.

29 de julio de 2008, 11:03  
Blogger Hiroshige said...

Jeje, el Quijote lo empecé y ahí se quedó por imposible, igual que las últimas 100 páginas del Señor de los Anillos. La Divina Comedia fue una etapa muy gore de mi vida x-D
Lo de los cómics, la verdad es que es un fastidio lo que tú dices: que se acaben pronto y que el dibujo te llame. Tengo una colección en el sótano que fue suspendida con el cambio de dibujante, y mira que me fastidió.
Yo suelo divagar por las estanterías a la búsqueda del libro y el tamaño no me importa demasiado, eso sí, me duele dejarlos a medias pero hay algunos que es imposible. Prefiero las librerías porque -debe ser fetichismo- tengo que tenerlos. Luego lees cosas que te gustan prestadas y cuando quieres hacerte con el libro, no hay manera.
La verdad, no me preocupa demasiado no haber leído algo que la gente te cuenta, pero me hacen gracia esas preguntas ;-)

29 de julio de 2008, 11:28  

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