lunes, 1 de diciembre de 2008

Teléfonos

El primer móvil que tuve en la mano era un zapatófono. Literalmente. La cosa era un motorola de los primeros que pesaba un webo y permitía llamar, mandar mensajes, que sonase una alarma de despertador y poco más. Era ideal a no ser por el enorme tamaño. No entraba en el bolsillo del pantalón y llevarlo en el bolso no me gustaba nada (hay tantas cosas dentro que cuando suena el móvil puede que ni tan siquiera lo escuches).

En ese mismo momento de tener mi primer objeto para la eterna dependencia del mundo que te rodea, decidí que el siguiente sería más pequeño. Y así lo fue. Aquel segundo móvil entraba en el bolsillo pero apenas se escuchaba porque sonaba más bien poco. Seguía en la línea del anterior en cuanto a prestaciones.

El siguiente -porque una vez que se tiene uno es imposible quedarse sin él cuando el viejo se estropea- era un poquito más moderno y ya incluía cámara de fotos, pero tenía un gran problema: había visto otros con lucecitas que brillaban al recibir una llamada y el mío no. No pasa nada, cuando se estropeó, llegó el primero de las lucecitas, pero tenía un gran problema: era de concha, con cámara, reproducía mp3 y la de dios, pero... ¡no tenía un puñetero botón de bloqueo y la cámara se activaba desde un botón exterior! Vamos que el interior de mi bolsillo recibió más disparos fotográficos que cualquier famoso del papel cuché... Pero era feliz con aquel aparato, incluso cuando la carcasa se cayó a cachos y hubo que recauchutarla.

El problema de la tecnología actual, al menos la referente a la telefonía móvil, es que no dura más allá de lo que dura el contrato de permanencia con una operadora. A los aproximadamente 19 meses, mi móvil ideal murió y llegó el cambio de compañía con la llamadita de turno de tu operadora para ver por qué te vas...

- ¿Y puede decirnos por qué solicita la migración?

- Mmmm, hombre, porque llevo dos meses sin teléfono móvil y la forma más barata de conseguir uno nuevo es haciendo una portabilidad. "0 euros"

Ahora tengo un móvil reluciente que hace fotos, tiene múltiples alarmas, reproduce mp3, vídeos e incluso... ¡permite llamadas a otros móviles! Vamos, la caña. ADemás tiene lucecitas. Era requisito indispensable para escogerlo. Pero lo peor de todo es que tiene una tarjeta de memoria de 4 gigas.

¿Para qué? Pues para guardar fotos, música, grabar vídeos... Vamos, es ideal ya que tiene una cámara interesante que hace fotos bastante decentillas, pero lo de la música... ¿Nunca quisiste poder meter más melodías pero no te entraban en los 16 megas de la memoria del teléfono? Pues sí, claro que sí.

Pues no. Tener tanto espacio es una jodienda. Así, a las crudas. ¿Por qué? Fácil: antes entraban tres canciones a lo sumo. Una para Morfeo, otra para los colegas y otra para los demás, porque se pueden asignar melodías a los distintos contactos y esas cosas y así saber quien te llama antes de localizar el móvil. Pero con tanto espacio y un montonazo de canciones... a ver cómo lo distribuyes y qué canción eliges.

Después de una media hora, ya está decidida la cosa. Más o menos: Amelie para Morfeo, Twigy Twigy para Crazycow, Invicta Orology para todo el mundo y... Mala Vida de Mano Negra para la suegra -esto último es coña-. Para despertarse de buenas maneras, la alarma de lunes será "I'm too sexy" y a medida que pase la semana pasaremos a Loreena McKennit para tranquilizar a la fiera del "no me quiero levantar".

Pero... me falta algo. Ya que podemos personalizar las cosas tan sumamente tanto, en esta dependencia nuestra por la tecnología, ¡me falta el grito de los Rayman Rabbits para cuando lleguen los mensajes!

Hay que ver, tanto rollo para hacer una simple llamada de teléfono...

Y un par de muestras de "grititos conejiles" x-D



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6 Comments:

Blogger fifilota said...

¡¡Parece que has descrito mi misma trayectoria!! Y estoy a punto de hacer los 18 meses... ejem, ejem... tengo que pensar qué móvil quiero!!

1 de diciembre de 2008, 20:26  
Blogger Laurix said...

Yo ya he pasado el tiempo de permanencia, y efectivamente mi móvil ya no va bien. Estoy en fase de cambio, pero mirar me da una pereza... :-)

2 de diciembre de 2008, 9:22  
Blogger anita said...

yo me he quedado con el ring ring de siempre porque al final acabé loca confundiendo la radio con el móvil en fin!

2 de diciembre de 2008, 17:34  
Blogger Penélope said...

¿No estarás leyendo "La Elegancia del Erizo"? Porque yo encontré ese vídeobuscando la entrada "Haka" y estuve tentada de meterlo en mi Cajón (Junto con Ana Karenina, el cine de Ozu, Muerte en Venecia...). Si no lo has leido, hazlo, antes de que se les ocurra hacer la peli.

2 de diciembre de 2008, 19:53  
Blogger Prunila said...

¿¿¿¿¿¿¿¿¿y de qué marca es este super último modelo?????? nos pones la miel en la boca y luego nada de soltar la información : (

2 de diciembre de 2008, 22:11  
Blogger Hiroshige said...

Fifilota, me parece a mi que seguimos todos el asunto, aunque hay algunos que aun buscan el "más allá" del móvil. Pues vete pensando si ya pasaste de los 18 meses x-D

Laurix, pues más te vale mirar que el siguiente serán otros 18 meses ;-)

Anita, la cuestión del ring es que tiene que sonar de tal manera que no le suene a nadie más porque al tener todo el mundo móvil, no sabes si es el tuyo y al menos con el tono, lo identificas ;-)

Penélope, no lo leí pero tomo nota, aunque como tú dices, mi mesita alberga unos 10 volúmenes al menos x-D

Prunilla: el sony ericson s500i con lucecitas de colores que molan mucho x-DDDD

10 de diciembre de 2008, 16:45  

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