Evolución lógica del pensamiento ilógico

No falla: un bajón como una catedral genera siempre "algo creativo", como por ejemplo, una evolución del figurativismo hacia la abstracción.

El proceso fue simple: dos días de no aguantarse a uno mismo y encontrarse con un experimento colgado en pan de oro, acrílicos y óleo.

Tapando un agujero de un taco en la pared, se llega a la conclusión de que el "tapagrietas" debería de llamarse "pasta para todo" porque se puede hacer algo más que tapar grietas con ello... Con lo caro que es el geso, mira tú por donde.

Dejando secar la pasta ya modelada, se piensa en cómo pintar una superficie tan rugosa y surgen viejos recuerdos vistos en libros que pueden ser de gran utilidad en este caso, como por ejemplo: la pintura muy diluida, un cepillo de dientes, gasas o palillos de los oídos.

Lo demás surge sólo como por arte de magia y rascando la pintura con un palillo mojado en aguarrás y secando la zona, se recupera el pan de oro de las capas inferiores generando un efecto curioso.

El resultado, un nocturno floral que presentaré a mi primer concurso de pintura y la cocina llena de salpicaduras de óleo.

De cerca se ve extraño, pero contemplado a la adecuada distancia, es incluso bonito. Es (salvando las distancias) como un cuadro ante el que babeé la semana pasada: al acercarte, todo el encanto se rompía y sólo aparecía un manchón, pero en la distancia, era precioso.

No es el escenario más adecuado para una pretendida obra de arte, pero en algún sitio tiene que secar...