Es costumbre de esta zona dar al ahijado un roscón de ramos. Debe ser algo parecido a lo de las Monas de Pascua.
El domingo de ramos trae el ahijado al padrino y la madrina una palma, y al domingo siguiente, los padrinos le dan al ahijado el bollo.
Está claro que según la edad del "nene" lo mejor es darles dinero y que se compren lo que quieran o se lo gasten en una moña, pero cuando aun son pequeños, los roscones son el regalo ideal.
Es más o menos un postre como lo del Roscón de Reyes, que sólo se hace en fechas determinadas y como especialidad del momento, alcanzan unos precios astronómicos en las pastelerías, así que hay dos opciones: o pagas o lo haces tú.
Para quienes se animen con la cocina, aquí dejo la receta del Roscón de Ramos
Ingredientes
PreparaciónSe prepara el relleno: en un cazo alto se ponen las yemas de los huevos, los 250 gramos de almendra y azúcar, el medio vaso de leche y el anís. Se vate hasta que quede una pasta bien mezclada y se reserva.
Ponemos el horno a precalentar a 220 grados.
Se extienden los tubos de hojaldre y se echa el relleno dentro a la larga del tubo. Es posible que necesitemos más de una hoja para las roscas grandes, yo uso dos juntas para la parte baja, una y media para el centro y una para las pequeñitas.
Luego, aprovechando el papel en el que viene el hojaldre "liamos" el rollo y le damos forma redonda. No conviene rellenarlo mucho porque se saldrá al enroscarlo y cocerse.
El papel en el que viene es tipo de horno, con lo que podemos cocerlo directamente encima. Cuando el horno alcance la temperatura, metemos las roscas unos 20 minutos, hasta que se hinchen y comiencen a dorarse -¡cuidado que no se quemen!-.
Cuando estén todas horneadas, se dejan enfriar. Esto es importante porque al ponerlas una sobre otra en caliente, se aplastan.
Con una cucharada de mermelada de albaricoque, le añadimos un poco de agua y lo batimos. Luego con ayuda de una brocha, aplicamos esa mezcla a las roscas para que queden brillantes.
Luego, con las claras de los 4 huevos que tendremos reservadas, le añadimos unas gotitas de vinagre y con una batidora con varillas procedemos a batir hasta que el merengue suba y no se caiga de la varilla al elevarla. Entonces añadimos azúcar al gusto -hay que probarlo, que no hay nada más asqueroso que un merengue "soso"- y con una manga pastelera, se decoran las rocas.
Luego se le añade decoración al gusto: unas cerezas confitadas, flores de confitería, pollitos, plumas, figuras de chocolate.... y ya está.
Este último roscón sufrió un exceso de impaciencia y al poner la rosca de arriba, aun estaban calientes y se aplastó la de abajo. Por otro lado, hoy no tuve mano para el merengue y me apresuré demasiado a echarle el azúcar, así que no quedó como debería, lo que puede verse en la tarta de la gallina de chocolate.
Como curiosidad, decir que el último roscón de ramos se da al ahijado antes de casarse y se llama "floríu" y además de todas las roscas que se quiera poner lleva una base de tarta de almendra.
Este fue
mi "roscón floríu" y no quiero saber cuánto costó porque era de pastelería.
Y ya que estamos y si nos sobra hojaldre, lo rellenamos de cualquier cosa, dulce o salado, lo enroscamos y al horno. Los de la foto son de queso Afuega'l Pitu fresco con salmón ahumado pero también los he hecho con un poco de chocolate puro y con el mismo relleno que los roscones y están de muerte...