17 de abril de 2007, el infierno a nuestros pies

26 grados, calima ambiental, alguna nube, posibilidades de tormenta.

Tenemos ya un infierno de calor encima y otro debajo. Parece ser que la cosa de inundar galerías de mina para apagar incendios no es tan fácil como lo pintan. Dicen los mineros que cuando una veta se enciende pueden pasar años hasta que se apague.
Todo el invierno muertos de frío por los pies y ahora resulta que nos van a calentar desde abajo... Y lo más simpático son las declaraciones de los dirigentes de la zona: si el que rompe, paga, como se pase de la ralla armándola, no se quién quedará aquí para cobrar los beneficios de "la rotura" y mientras tanto seguís facilitando el asentamiento de entidades fabriles y rompedoras en cascos urbanos pasándoos los planes de emergencia por el forro. Esperemos que no pase una gorda nunca.
Sin comentarios.