Kultura en la República Bananera
Érase una vez un proyecto surgido en un área de cultura de hace varias legislaturas allá en el maravilloso mundo de la República Bananera, donde las longanizas crecen en los árboles y los afiliados disfrutan de ellas al dejarles el amo del calabozo acercarse a las plantaciones. Pero no todos los habitantes del reino republicano gozaban de la camaradería de los gobernantes y en las oscuras márgenes de la frontera, el pueblo pasaba hambre. Un buen día nuestro maravilloso proyecto, tantas veces postergado surgió de la nada, de la noche a la mañana, como reflejo de lo que vendría, si al gobernante actual, el pueblo reelegía. Con dinero del tesoro real republicano, un gran museo crearon y, entre pincho y vino español, a los amigos de la reina a trabajar mandaron, con un dedo de la mano a los elegidos se fue seleccionando. Y hete aquí que el dinero público en una pública obra invertida, devino en privados y amiguísimos puestos de trabajo, cuya noticia para los ajenos, nunca fue sabida aunque de todos es conocida y en lista alguna ni boletín local, podría un pobre noticias encontrar.
¿Qué se puede esperar de un cabildo ensuciado, que con proyectos de hospitales ni siquiera da señales, pero cuando llegan las elecciones, pone a punto grandes instalaciones? ¿Qué podemos esperar de nuestra cabeza del reino, que más lista que el hambre, queriendo ser los mejores a pesar de cambiarse el nombre, de Asturias a la Samoa Americana, su dominio llevan, porque les da la gana?
Y entre agrupación y agrupación, un pequeño grupo, excluido y sin mención, protestaba y protestaba, sin que fuera ninguna réplica mencionada.
Sois tontos, protestones, aquí el que no canta, que se toque los coj -sigue la rima- decía el encargado sobre lo que es cultura malinformado.- Si ni para libros tenemos, aunque de nosotros hable, por eso al autor con esbirros acosamos, sin sentirnos ni culpables. Mas en mi lista no os encluiré, aunque seáis renombrables porque si de incluir os incluyo, igual os volvéis respetables. O seré yo, quien del mezquino abismo, a la tierra seca ascienda, y los favores del consejo, por mi deshonor o mi pellejo, pierda, o deje de ganar, que es lo mismo.
Sinvergüenzas sois, fuisteis y seréis, pero por respeto al respetable, un poco de decoro en las malas artes podíais hacer demostrable.
Salus tibi, magna pesima praxis.
¿Qué se puede esperar de un cabildo ensuciado, que con proyectos de hospitales ni siquiera da señales, pero cuando llegan las elecciones, pone a punto grandes instalaciones? ¿Qué podemos esperar de nuestra cabeza del reino, que más lista que el hambre, queriendo ser los mejores a pesar de cambiarse el nombre, de Asturias a la Samoa Americana, su dominio llevan, porque les da la gana?
Y entre agrupación y agrupación, un pequeño grupo, excluido y sin mención, protestaba y protestaba, sin que fuera ninguna réplica mencionada.
Sois tontos, protestones, aquí el que no canta, que se toque los coj -sigue la rima- decía el encargado sobre lo que es cultura malinformado.- Si ni para libros tenemos, aunque de nosotros hable, por eso al autor con esbirros acosamos, sin sentirnos ni culpables. Mas en mi lista no os encluiré, aunque seáis renombrables porque si de incluir os incluyo, igual os volvéis respetables. O seré yo, quien del mezquino abismo, a la tierra seca ascienda, y los favores del consejo, por mi deshonor o mi pellejo, pierda, o deje de ganar, que es lo mismo.
Sinvergüenzas sois, fuisteis y seréis, pero por respeto al respetable, un poco de decoro en las malas artes podíais hacer demostrable.
Salus tibi, magna pesima praxis.
Etiquetas: fábula, república bananera
2 Comments:
Me encanta tu visión de la Asturias profunda. ¿Te he dicho que mi familia paterna es de Belmonte de Pría, cerquita de Ribadesella? Gracias por el enlace. ¿Sabes cómo se titula el libro? Porque me dices que es caro, pero los que veo valen unos 10 euros, así que no estoy segura de que sean los mismos. Besitos. Mabel.
Hola, no se si llamarte Mabel o Rida.El tema de la República Bnanera es que pese a encontrarnos en pleno siglo XXI seguimos como si estuviéramos en el XIX pero a lo descarado y si encima son cosas que te tocan de lleno, pues molesta. Pero es así y antes de que me saquen la úlcera prefiero darle ironía ;-)
Anda, que de Asturianos está lleno el mundo :-)
El libro se titula "Celtic art, methods of construction" que se me olvidó decirte que no sólo trae dibujos si no que te enseña cómo hacerlos por si quieres extender el dibujo. A ver si lo encuentro, que en alguna caja tiene que estar y me da rabia tenerlo perdido. Cuando yo lo compré, hace más de 10 años, me costó sus mil duretes, los de Amazón son de segunda mano, por eso -creo- rondan los 10, aunque puede que al pasar la novedad haya bajado de precio.
Un besu.
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