jueves, 14 de junio de 2007

Perros de caza

El escándalo está servido. Ayer sabíamos que la comidilla de Uniovi era la noticia del suspenso de 145 alumnos de los 146 presentados a un examen en medicina y hoy se armó la de dios, porque claro, Uniovi tiene un prestigio que mantener y esto no puede ser, pese a que los alumnos mismo afirmen que los suspensos tenían razón de ser.
Informémonos un poco: La asignatura dice la prensa -lo cual es bastante poco fiable- es biofísica, impartida en primero de medicina. Uniovi lo corrobora.
Según declaraciones anónimas a la misma fuente informativa:

"Un alumno reconoce que muchos parten de cero debido a que no han estudiado Física en Bachillerato. Sin embargo, tiene que haber alguna otra explicación de la debacle, sugiere el periodista. La hay. Llueven los superlativos: «El programa de la asignatura es densísimo, y el examen que nos pusieron, dificilísimo»".

Dice un periodista que el asesino fue el mayordomo y por eso suspendieron casi todos... Y ahora vas y lo cascas.

No voy a decir que en mi vida de estudiante nunca se me pasó por la cabeza lo típico de "es que el profesor me tiene manía" o "mi perro -¿qué perro?- se ha comido mis deberes" porque todos recurrimos en algún momento a este tema. Durante la carrera encontré mis huesos y tengo una media bajo cero por atragantón de tres asignaturas que me llevaron al aprobado en tercera convocatoria. No voy a llorar por ello, soy historiadora y de mis decisiones sobre el barroco español no depende la vida de nadie. Pero lo que aquí se trata no es de un hueso u otro: es de una formación básica no alcanzada.

Medicina tiene una nota de corte para entrar altísima. No en vano yo no metería a cualquiera ahí porque se supone que dará como fruto a nuestros futuros médicos, con lo cual hace lógico y razonable que se pida un buen estudiante. Por otro lado, mi propio caso me demostró que un expediente bueno no demuestra nada y que a veces hace más el que quiere que el que puede, lo que no es aplicable en este caso sobre todo por la afirmación de que "el programa de la asignatura es densísimo..." -coime, estás en la universidad, ¿qué esperabas?- que prefiero pensar que es una patada periodística y no una declaración real, aunque a veces la realidad supera con creces la ficción.

Lo más penoso del caso es la solución al problema. Se escuchaba hoy por ahí que se había rebajado el aprobado hasta extremos de la más pura ignorancia y que el profesor implicado en el asunto tiene un rebote enorme. No me extraña. Es hacer de uno un monigote.

Muchas veces escuché decir que lo que yo aprendía en la antigua EGB -Enseñanza General Básica- era una porquería comparada con los estudios de mis padres. Falacia. Fallaban los métodos de aprendizaje, no los contenidos. Cuando pasé al instituto se me atragantó aquello del "si repites un sólo año te pilla la ESO -Enseñanza Secundaria Obligatoria"-, y menos mal que no me pilló porque queda perfectamente demostrado que lo que salen de esa ley "educativa" -y las posteriores- no son más que, sintiéndolo mucho, analfabetos funcionales porque no se les dan los instrumentos necesarios para perder ese analfabetismo y actuar consecuentemente a algo que no se haya visto en un medio de masas. Esto no sería demasiado peligroso si no decidiesen a estudiar, por ejemplo, ramas sanitarias... Que no se ofenda nadie sobre esta afirmación pero tengo motivos para pensarlo y afirmarlo con contundencia: cuando realicé las prácticas del CAP -Curso de Adaptación Pedagógica- en el mismo instituto donde había estado estudiando seis años antes, se me insistió en "no te salgas de esta lista que es lo único que entra en la PAU -Prueba de Acceso a la Universidad-". ¿Y cómo van a comprender lo que hay en esa lista si no conocen su contexto, su función o su simple por qué? "Da igual, tú a la lista..." Qué triste recordar esto ahora.
Lógicamente de la misma ley que me cazó a mi salieron cerebros capaces de afirmar ante 150 personas sin que se les cayese la cara de vergüenza que "una vestimenta defensiva de anillos metálicos de origen medieval usada como instrumento de defensa era un COTO de maya -ya que no un Ribera del Duero- y que no se les podía corregir porque estaban sumamente seguros de sus afirmaciones". También salió algún portento que acabando la carrera en los cinco años reglamentarios no tenía ni idea de cómo interpretar una planta de un edificio. Cinco años leyendo e interpretando plantas.¿Serían capaces con un alzado? ¿Y un corte axionométrico?
Pero volvamos al punto central de la cuestión: las reformas educativas. El problema no es de los alumnos, es del sistema, que es una mierda porque beneficia algún tipo extraño de interés en que la gente no aprenda nada o al menos no aprenda a aprender por sí misma. Se favoreció el paso de un curso a otro con asignaturas pendientes en la mochila y la ley del mínimo esfuerzo demostró ser válida para tener el mismo cromo firmado por Juancar que tenían los demás. Así es que llega la gente a la universidad tras superar una prueba de acceso a la que van preparados como el loro que canta sin saber qué sentido tienen lo que están diciendo. No es cosa mía, si no de profesores universitarios conocidos que afirman que el nivel ha descendido a extremos insoportables. Luego nos extrañamos que al margen de esa PAU sean las propias las universidades las interesadas en imponer una prueba de acceso propio, quizás en un intento de mantenerse en su reputación de centros de docencia respetados y respetables. Lo vi mal en su momento pero, ahora que lo veo desde otra perspectiva, me parece totalmente adecuado si no se pone freno a la cuesta abajo tan tremenda que está tomando la educación básica actual. No es una cuestión de limitar hasta extremos infinitos el acceso de personas a los estudios superiores -total, para lo que nos sirve tener un título de licenciatura, mejor nos hubiésemos dedicado a la tan mal traída Formación Profesional- si no que lo necesario sería aportar a esos estudiantes una formación básica que les permitiese ser personas medianamente racionales y no una mente desarrollada gracias al ocio y la cultura de la telebasura cuya máxima aspiración es "grabar un vídeo porno casero en un parque mientras no se enteren sus madres y salgan guapas"... sin comentarios.
La carrera de Medicina en Uniovi siempre gozó de cierto respeto y no es el que un profesor haya suspendido a un 99% de sus alumnos lo que va a acabar con la buena posición que estos estudios ostentaban, si no la actitud tomada por su cabeza pensante. Hoy son estudiantes que a cara tapada afirman no estar preparados. Mañana serán médicos que a cara descubierta acabaran con la vida de un paciente por un error atribuible a un aprobado inmerecido.

Mi más sentido pésame.

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2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

En la vida se tiene que aprender a suspender.

Me alegro que suspendieran tantos.

Por cierto, me baje la peli de horizontes lejanos que axa te dijo.
Buenisimaaaaa

14 de junio de 2007, 21:06  
Blogger Hiroshige said...

Eso recuerdo de ella :-)

15 de junio de 2007, 0:09  

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