La criatura perfecta

Si te dan unas condiciones ideales para una película de terror distinta, como pueden ser un ambiente de perfecta fusión entre la Inglaterra victoriana, la Alemania nazi y el mundo actual, como una historia nueva y vieja a la vez de vampiros, virus exterminadores de la humanidad y sectas dominadoras y salvadoras del mundo, y le añades una estética resultona entre el goticismo y el Nombre de Rosa, y vas... y la cagas, no tienes perdón.

La película prometía y se quedó en una bazofia pesada hasta decir basta, donde sin embargo hay escenas memorables, como la del principio donde aparece el hermano de pie en un callejón, con el dirigible a sus espaldas contemplando la luna llena en un charco de la calle.

Que pena. Para recomendar al enemigo.