sábado, 10 de octubre de 2009

Sonidos lejanos en el tiempo y en el espacio

Está claro que no hay nada más evocador y conmovedor que la música. Un solo acorde o una sucesión simple de notas es capaz de alegrar, entristecer o incluso llegar a poner los pelos de punta a una persona.

La música es capaz incluso hasta de llegar a provocar nostalgia de algo que no se conoció nunca, de reconstruir paisajes desconocidos, de acercar mundos, de hacernos añorar lo que aparentemente nunca conocimos, de movernos al sueño lúcido.

A mi, con la música armenia me pasa siempre, ¿serán recuerdos de vidas pasadas o será simplemente que me gusta?



Buscaba canciones de Stamis Spanoudakis, de quien hay unas cuantas en la BSO de Alejandro Magno pero sólo encontré esta que nada tiene que ver con el asunto, aunque también es evocadora.

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