Día Mundial de la Depresión
Esto de ser hipocondríaco es una mierda, pero cuando se tiene algo médicamente diagnosticado, entonces como se que permite uno ver las cosas "de otra manera", aunque sólo sea en momentos determinados.
Por ejemplo el tema de la "depresión" del que hoy se escuchan leves voces anunciando que es el día de una de cada seis personas de las cuales sólo se trata al cuarenta por ciento.
Este año, hace apenas un mes o unos días, me di cuenta de cuán grande era la porquería en la que tenía metida la cabeza o más bien cual era el motivo del aparente pozo en el que parecía encontrarme: una depresión como un burro por causas que siempre conocí, pequeñas tonterías que una detrás de otra acaban ejerciendo un peso imposible de llevar sobre los hombros.
Es jodido, quizás porque se tiene una mala imagen social del hecho, lo de ir al psiquiatra digo, y lo que es aun más jodido es decidirse a dar el paso de admitir que, primero, tienes un problema, y, segundo, que necesitas ayuda, no sólo ya de la familia y amigos si no también en ocasiones médica, como en mi caso.
La mejoría se nota: de no poder leer dos líneas seguidas a volver a la media de lectura comprensible habitual, de sentirte como una mierda porque ves que lo que antes era fácil ahora es casi imposible y de ver cómo la gente te toma por imbécil cuando no puedes hacer lo más simple de cualquier cosa, a pasar a volver a ser uno mismo de nuevo y darse cuenta que el imbécil es el otro por pensar que una incapacidad en alguien que se desespera por superarse no es un motivo para sugerirle el abandono.
No se cura de un día para otro, no se pueden evitar los bajones ni se puede evitar que haya ciertos días en los que parece que tiene uno el Baile de San Vito o lo que cariñosamente se llama "un pulso para robar panderetas", pero sí se puede mejorar la calidad de vida y dejar de pensar que todo es negro: a veces las cosas se tiñen de gris y hay momentos en los que incluso asoma algún color.
Sólo hay que intentar saber los motivos por los que uno anda hecho polvo y darse cuenta de que muchas veces no merecen la pena.
Ánimo a los depresivos diagnosticados y en tratamiento y sed valientes los que aun no habéis dado el paso: se mejora.
Por ejemplo el tema de la "depresión" del que hoy se escuchan leves voces anunciando que es el día de una de cada seis personas de las cuales sólo se trata al cuarenta por ciento.
Este año, hace apenas un mes o unos días, me di cuenta de cuán grande era la porquería en la que tenía metida la cabeza o más bien cual era el motivo del aparente pozo en el que parecía encontrarme: una depresión como un burro por causas que siempre conocí, pequeñas tonterías que una detrás de otra acaban ejerciendo un peso imposible de llevar sobre los hombros.
Es jodido, quizás porque se tiene una mala imagen social del hecho, lo de ir al psiquiatra digo, y lo que es aun más jodido es decidirse a dar el paso de admitir que, primero, tienes un problema, y, segundo, que necesitas ayuda, no sólo ya de la familia y amigos si no también en ocasiones médica, como en mi caso.
La mejoría se nota: de no poder leer dos líneas seguidas a volver a la media de lectura comprensible habitual, de sentirte como una mierda porque ves que lo que antes era fácil ahora es casi imposible y de ver cómo la gente te toma por imbécil cuando no puedes hacer lo más simple de cualquier cosa, a pasar a volver a ser uno mismo de nuevo y darse cuenta que el imbécil es el otro por pensar que una incapacidad en alguien que se desespera por superarse no es un motivo para sugerirle el abandono.
No se cura de un día para otro, no se pueden evitar los bajones ni se puede evitar que haya ciertos días en los que parece que tiene uno el Baile de San Vito o lo que cariñosamente se llama "un pulso para robar panderetas", pero sí se puede mejorar la calidad de vida y dejar de pensar que todo es negro: a veces las cosas se tiñen de gris y hay momentos en los que incluso asoma algún color.
Sólo hay que intentar saber los motivos por los que uno anda hecho polvo y darse cuenta de que muchas veces no merecen la pena.
Ánimo a los depresivos diagnosticados y en tratamiento y sed valientes los que aun no habéis dado el paso: se mejora.
Etiquetas: crónica social, días extraños, exorcismos, retazos de mi vida, salud pública, sucesos
4 Comments:
Tú si que eres valiente!! Enhorabuena por dónde estás y cómo te encuentras. Disfruta de todo lo bueno que te está pasando!
¡Me alegro de que estés mejor! Y de que hayas sido tan valiente de dar el paso para que te "diagnosticaran". yo creo que es una enfermedad muy seria, pero mucha gente no sabe que la tiene. ASí que enhorabuena por lo que has conseguido!
((((¿Te has parado en pensar en el título de mi blog?))))
Siempre tienes un rincón en mi red. Arriba!
ánimo, la verdad es que es cierto lo que dices, no es facil admitirlo o darse cuenta, pero tú lo has hecho, me alegra que todo vaya un poco mejor, es un comienzo... muy bueno, por cierto.
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