Una de suprematismo
Ayer fue la inauguración de la exposición y concurso de pintura al que presenté aquellos dos experimentos, y, bueno, nada. En mi línea de concursos de pintura. Es más, ni siquiera fue seleccionado nada entre los 16 que se presentaron en la exposición.
La verdad es que es la segunda vez que mando algo a un concurso de pintura a sabiendas de que el mundillo intelectual asturiano-español es una secta en la que el "arte" ha de ser formado en academia o similar, con padrinos y si es posible con algún reconocimiento previo. Lo que viene siendo que me sorprendería profundamente si algún día logro algo.
Al margen de todo esto, lo de pintar "ilustraciones" de cuento al óleo, sin formación previa alguna, no es plato de gusto de la crítica -me gustaría saber quién eran el jurado porque no me sonaban de nada-, teniendo en cuenta que la obra ganadora era de inspiración suprematista.
Entre los otros seleccionados había de todo, a destacar dos: un paisaje de la Thyssen Krupp impresionante y un cuadro totalmente realizado en tonos blancos en el que aparecía únicamente dos vasos de cristal vacíos, digno de ver.
El resto, no sé ni cómo calificarlos, pero sin duda lo que más me gustaría haber visto era el resto de las obras participantes. Es una pena que en este mundo al revés, en el que los rechazados son los triunfadores, no se vuelva a crear otro Salon des Refusés, que sin duda serían de lo más interesantes y en ellos podríamos encontrar lo que es la anticontracultura de la contracultura imperante en nuestros días.
Todo esto puede sonar a resentimiento pero la verdad es que fue básicamente un intento de tomadura de pelo hecha en dos horas, sin pretensiones y que me costó 70 euros -los marcos-. Hubiera sido muy divertido que seleccionaran alguno y contar esa historia del "estaba un día tapando un agujero en la pared, cuando pensé que...".
La pregunta es si es significativo o no el hecho de que en un concurso de pintura del 2010 se haya premiado una obra realizadas bajo los preceptos de un "ismo" de los de hace 100 años. Sinceramente, no le veo el sentido. No aporta nada nuevo, pero se llevó 2500 euros, ¡olé sus pinceles!
Yo seguiré a lo mio, pintando monas y viendo lo contentos que están mis amigos con mis pintadas en sus paredes de casa.
Qué se le va a hacer, a parte de no tener suerte, tengo un sentido del humor muy retorcido.
La verdad es que es la segunda vez que mando algo a un concurso de pintura a sabiendas de que el mundillo intelectual asturiano-español es una secta en la que el "arte" ha de ser formado en academia o similar, con padrinos y si es posible con algún reconocimiento previo. Lo que viene siendo que me sorprendería profundamente si algún día logro algo.
Al margen de todo esto, lo de pintar "ilustraciones" de cuento al óleo, sin formación previa alguna, no es plato de gusto de la crítica -me gustaría saber quién eran el jurado porque no me sonaban de nada-, teniendo en cuenta que la obra ganadora era de inspiración suprematista.
Entre los otros seleccionados había de todo, a destacar dos: un paisaje de la Thyssen Krupp impresionante y un cuadro totalmente realizado en tonos blancos en el que aparecía únicamente dos vasos de cristal vacíos, digno de ver.
El resto, no sé ni cómo calificarlos, pero sin duda lo que más me gustaría haber visto era el resto de las obras participantes. Es una pena que en este mundo al revés, en el que los rechazados son los triunfadores, no se vuelva a crear otro Salon des Refusés, que sin duda serían de lo más interesantes y en ellos podríamos encontrar lo que es la anticontracultura de la contracultura imperante en nuestros días.
Todo esto puede sonar a resentimiento pero la verdad es que fue básicamente un intento de tomadura de pelo hecha en dos horas, sin pretensiones y que me costó 70 euros -los marcos-. Hubiera sido muy divertido que seleccionaran alguno y contar esa historia del "estaba un día tapando un agujero en la pared, cuando pensé que...".
La pregunta es si es significativo o no el hecho de que en un concurso de pintura del 2010 se haya premiado una obra realizadas bajo los preceptos de un "ismo" de los de hace 100 años. Sinceramente, no le veo el sentido. No aporta nada nuevo, pero se llevó 2500 euros, ¡olé sus pinceles!
Yo seguiré a lo mio, pintando monas y viendo lo contentos que están mis amigos con mis pintadas en sus paredes de casa.
Qué se le va a hacer, a parte de no tener suerte, tengo un sentido del humor muy retorcido.
Etiquetas: exorcismos, pifias
2 Comments:
Bueno, a mí me pasó lo mismo hace años.... cuando me presentaba a este tipo de cosas. Una vez conseguí que me premiaran unas ilustraciones, que curiosamente, no eran muy de mi gusto... pse.
Pero no hagas caso de estos concursos.... algunos están hechos como excusa para dar 2500€ a un amiguete, o al hijo de un amiguete.
Buah, seguro que tu ya imaginabas algo así, como bien dices, sigue pintando, los afortunados tus amigos ellos si que saben.
Como te dije en alguna ocasión, ¿no sería mejor que preparas una exposición tu solita con tus pinturas?,se que no es fácil, pero quizá algún amigo, no sé alguien tenga un local,en el que puedas exponer tu solita, unos octavillas que tu misma escribirías y que dejarias preciosas, buzoneas o dejas en algunas tiendas(sé de alguna pintora que empezó así) y que pase quien quiera a ver los cuadros, ¿quién sabe si así te darías a conocer y hasta recibieras algún encargo, tu inténtalo.
Mil besos llenos de ánimo, no dejes de pintar.
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