jueves, 1 de julio de 2010

Leer, ver, imaginar

Qué cosas tiene la vida: hace quince años los libros de vampiros se pusieron de moda, salieron pelis sobre ellos, llegaron a una decadencia rápida en sus secuelas y desaparecieron para volver a estar de moda hoy en día.

Llevo no sé cuanto escuchando a la gente hablar de la Saga Crepúsculo, tanto que el otro día pusieron por la tele la primera peli y tuve que verla.

Seguro que todos aquellos amantes del asunto tendrán ganas de matarme pero me pareció tan simple, tan carente de emoción alguna, que nunca un vampiro pudo haber sido mejor interpretado: "no hubo sentimiento alguno en el asesinato y la víctima femenina carecía completamente de emociones bajo una aparente obnuvilación hipnótica", lo cual me hizo pensar que no sé de dónde salió tanta fama con los libros.

Aunque claro, siempre hay que recordar que las películas nunca son tan buenas como los libros y que el libro que más nos guste puede convertirse en la película que más aborrezcamos.

Cambiando de tema, yo pensaba que esto del mito del vampiro tendía un poco más a lo gótico y extravagante y menos a lo pijo.

Que se va a hacer, si mis primeras experiencias vampíricas fueron con Cazadores Nocturnos, las Crónicas Vampíricas de Anne Rice y las Crónicas Necrománticas... Luego salieron películas como Entrevista con el Vampiro, Blade y secuelas... y grandes porquerías como La Reina de los Condenados...

En fin, que me quedo con los vampiros de la Londres del XIX antes que con los de las nuevas juventudes del PP que aparecen en "corpúsculo" :-[

Lo triste es que estoy leyendo The Host de la misma autora de la famosa saga y me está gustando...

Por cierto, si hay alguien que haya visto Blade II y leído Cazadores Nocturnos, ¿no es el argumento extrañamente parecido aunque con distintos escenarios?

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1 Comments:

Anonymous jack fanta said...

A mi me obligan a ver la saga y vengo de ver la tercera. Es cine adolescente, no esperes demasiado.

3 de julio de 2010, 1:45  

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