Justiprecios o caraduras

Comentaba hace unos días la sorpresa de la llamada del ayuntamiento bananero pidiéndome un libro que conocían de oídas que habían publicado ellos mismos pero que desconocían (ohhh!) -ejemplo de caradurismo puro- y que querían un ejemplar. Pues la historia no termina ahí y este mister apareció en la beca diciéndome con otras palabras que el Principado lo mandó a rascarse y no le aportó libro alguno. Cada uno hace con su capital lo que quiere, claramente. Y yo, como heredé el gen blanditonto de mi madre, le dije que se lo daba yo, pero claro, ahora ya no quería uno: quería dos. Eso ya me hinchó un poco las pelotas, pero el gen tonto siguió su curso y bueno: acepto dos como número a "donar". Se va y a los 5 minutos vuelve preguntándome que cuando cuestan porque es que no quería dos, quería cuatro... Lo mandé venir el día 23 y a ver cómo soluciono eso. A los cinco minutos llega el amo del calabozo bibliotecario con un paisano que quería uno. Los mandé a todos venir el día 23 que es la charla y el día en el que suponía haber decidido qué hacer con los libros que iba a donar o no, pero me insistió en que nones, que se lo diera a él antes y que se lo pasaba al paisano.
- Oye, eso es proxenetismo- me salió del alma. Y es que hay que tener la cara como una chapa para pedir pa mi y pa todos mis compañeros... Que a mi la mierda de lameculismo de los ayuntamientos me la trae al pairo siempre y cuando nunca me dieron nada y ahora me piden favores. Que no todos somos concejales ni similares para andar haciendo amigos todo el puto día y menos a costa del trabajo de los demás...
Mmmm, a mi me vieron la cara y hoy sí que estoy un poco hinchadilla de pelotas así que he decidido que, como me dijo el de la Cervantes: son 20 euros por pieza. Lo tomas o lo dejas. Los compromisos adquiridos se concluyen y el primero se entregará, pero los demás me parece un poco pasarse de la ralla. Que uno es bueno, pero lo toman por gilipollas muchas veces.
Debe ser el curso de empresas que me está cambiando la mentalidad. Ahora estamos con el tema económico y me está llegando al alma. Por cierto, lo da el tiburón-gamba y parece que en esta parte funciona un poco mejor. Por lo menos no bostezo de continuo mientras espero impacientemente que llegue la hora.