En fin...
Hace menos de un mes y tras un mes de haber dado un aviso para no dejar dato alguno y llamar apurando el último día, me presenté a una entrevista de trabajo. Al menos eso creía yo.
La cuestión es que el sábado llegó una carta del paro, o servicio público de empleo, para la misma oferta. Tiene cojones la cosa.
Acabo de venir de la oficina del paro tras preguntarles si les parecía normal esa oportunidad de trabajo y fue lo de siempre: "a mi es que no me dijeron eso", "es que siempre hacen lo mismo", frase esta última que me hace pensar que no soy la única persona a quien le tocan los webos estas cosas y que se queja por ello.
Pues es lo que hay: una cara como una chapa disfrazada de oferta laboral de una empresa seria.
La cuestión es que el sábado llegó una carta del paro, o servicio público de empleo, para la misma oferta. Tiene cojones la cosa.
Acabo de venir de la oficina del paro tras preguntarles si les parecía normal esa oportunidad de trabajo y fue lo de siempre: "a mi es que no me dijeron eso", "es que siempre hacen lo mismo", frase esta última que me hace pensar que no soy la única persona a quien le tocan los webos estas cosas y que se queja por ello.
Pues es lo que hay: una cara como una chapa disfrazada de oferta laboral de una empresa seria.
Etiquetas: crónica social, empleo, exorcismos, república bananera
2 Comments:
uuuf! ¿Cómo se puede ser tan jeta? Haces bien en quejarte!
La pena es que no se queje más gente.
Publicar un comentario
<< Home