miércoles, 29 de junio de 2016

Oscuras Necesidades

La escuché, no me gustó, pero cuando más la escucho, más me gusta...


Dark Necessities, Red Hot Chili Peppers

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jueves, 2 de junio de 2016

Parias

Estoy un poco mosqueada, no lo voy a negar.

Desde que me quedé preñada, esto ha sido una sucesión constante de listas de cosas que la gente cree que yo tenía que hacer, como si tener casi 40 años no fuera suficiente para saber lo que "tengo" que hacer con mi vida.

Y es que, donde no le gusta poco a la gente meterse en la vida de los demás y dar consejos no deseados, cuando los demás tienen un hijo, ya es como la hostia.

Parece ser que es una especie de conciencia social común, que si la cosa se sale del rebaño de la mayoría, hay que corregirla, no sea que salga un individuo distinto y sea problemático, y esa conciencia social está donde menos te la esperas: en las señoras que encuentras en las panaderías, en tu familia, en los amigos que creías que te conocían... en fin.

La cosa es muy sencilla: "empieza con un en qué postura echaste el polvo" porque por lo visto, "mirar pa Cuenca" genera féminas mientras que cualquier otra crea machos.

Si esto no es complicado de masticar, seguimos con lo de "y cómo vas a parir, porque si no hay dolor, una no se realiza como madre".

Ejem, prefiero no comentar. Bueno sí: teóricamente no parí, la sacaron, pero esa es otra historia que se ha de resumir con un "soy incluso más madre que muchas otras que  pudieron sacarse el crío del mismo coño y sí, me anestesiaron".

Luego está lo del "la llevas a la guardería para que socialice, ¿verdad?". No.
Socializa con sus padres, socializa en los putos parques, socializa cada vez que salgo por la puerta y me cruzo con gente, socializa incluso con la tele, la radio e incluso con los libros.... ¿Nunca lo habrá pensado nadie?

Y por fin llegamos al COLEGIO.

Con mayúsculas.

No dejo de ver a gente amargada por el colegio: los famosos grupos de wasap que no es verdad que sustituyan a los corrillos de la puerta del colegio, los hacen más extensos; las actividades extraescolares, el "estatus social"...

Y ahí empieza mi cabreo: no tengo wasap y no lo tendré nunca para este tipo de actividades. El método antiguo de hablar persona a persona es muy efectivo y el fomentar la responsabilidad del crío, haciendo que se ocupe de sus propias actividades es algo muy a tener en cuenta, más que nada porque yo ya fui al colegio y no lo recuerdo como algo que quiera repetir.

El cabreo aumenta con lo de las actividades extraescolares: por el momento no la voy a apuntar a nada.
Trabajo en casa y aunque en determinadas circunstancias es horrible currar con un crío al lado, no veo lógico ni justo que se pase mil horas en el colegio y al salir, vuelva a entrar otras x horas. Imaginad, 3 años e informática de primero, idiomas de segundo, natación sincronizada de tercero y para rellenar las horas religión avanzada que hay que comulgar con el resto...

¿Tan ocupados estáis que no los queréis tener en casa? Porque sinceramente, la gente me cuenta que tiene apuntados a los críos a cosas que lo único que me sugieren es lo de "¿Te preocupa que su educación sea un asco y lo llevas a esta mierda?" - Ejemplo: clases de zumba para una cría de 5 años... No zumba bastante a lo largo del día, ¿no?

El máximo exponencial del cabreo llega de la mano del "a qué colegio va".

A uno público, sin estudios religioso, y con educación bilingüe, por supuestos.

Pero no.

Hay comentarios hirientes al respecto, algunos de gente que creí "normal" y otros de algunos que ya sabía que eran... lo que son.

Empezamos con "es que ese colegio está lleno de piojosos".

Seguimos por el "es que sólo tienes que ver la de furgonetas que hay aparcadas fuera a la hora de entrar y salir".

Y lo último y ya totalmente directo de "sólo hay que ver la clase de gente que va".

Mmmm, van niños. Que sean gitanos, negros, marroquíes, blancos, azules, amarillos o tengan tres orejas... ¿y qué? ¿Nadie se ha fijado en la clase de gente que hay esperando por las criaturas del colegio -concertado- de al lado? Porque la última vez que pasé por allí, me dio un asco de tres pares de cojones.

Debe de ser cosa mía, que no comulgo con uniformes, ni arrodillismos sociales presuntamente religioso-trepas-, pero qué queréis que os diga... que yo no dejo de comer por pagar un colegio para obtener un estatus social ficticio.

Y hablando de ese tema: somos parias.

Somos parias y nuestra hija será una paria porque sus padres tienen mejores cosas que hacer que "amigos" en los corrillos del cole y en los grupos de wasap.

Somos parias porque creemos que se puede sobrevivir sin las fiestas de cumpleaños en el colegio: no, no es necesario pagarle un viaje a las Vegas al nene y a todos sus compañeros para quedar bien con el resto de padres-madres-nenes de la clase.

¿Pero nos hemos vuelto todos locos o qué pasa?

No, lo que creo es que hemos llegado a tal grado de negación personal con tal de ser una parte de la masa borreguil que la cosa mete miedo, sobre todo cuando se proyecta sobre los críos a los que presuntamente tenemos que educar.

No es necesario tener una fiesta espléndida, carísima y en plan boda de las de antes de la crisis para demostrarle al crío que lo quieres. Eso simplemente se hace para demostrarles a los demás padres que tienes la pasta suficiente como para ser más que ellos.

Al crío le vale más que pases tiempo con él, que le dediques un momento de tu vida, no que lo compres con algo efímero que a los únicos a los que puede impresionar es al resto del ganado circundante y que de todos modos, te van a seguir poniendo a parir a tus espaldas -es deporte nacional, ¿vamos a negarlo?-.

Por eso, y porque somos parias, vamos a educar a la pequeña paria como si fuera una persona y no una pequeña Paris Hilton, que luego nos extrañamos de que nos resulten graciosas frases como la famosa de Torrente de "es que las visten como putas".

Señores y Caballeras, son niños, los hijos de cada uno.
Sólo hay que intentar educarlos en casa para que sean personas, no pequeños relaciones públicas con un cheque sin fondos en el bolsillo. Que no sé yo el resto, pero en casa ni acuñamos la pasta, ni los llegan mordidas de proyectos públicos ni sobres de ningún partido político salvo en periodo electoral.

Joder, que asco de mundo.

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