martes, 19 de junio de 2012

Cómo quisiera que estuvieras aquí


Wish you Were Here, Pink Floyd

Pero no te haces ni una idea de cómo lo quisiera.

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jueves, 14 de junio de 2012

Schmerz

No puedo.

No sé si es la anemia o este dolor perpetuo en la cadera pero no puedo conmigo.

Merda de vida.

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lunes, 11 de junio de 2012

Happiness


Happiness, Jonathan Jeremiah

Me recuerda muchísimo a "El Jinete Eléctrico".

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domingo, 10 de junio de 2012

Incertidumbre

Pues eso.

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jueves, 7 de junio de 2012

El caramelo como utopía fantástica

10 encerrados en las minas por la retirada de los mal llamados Fondos Mineros.
Carreteras cortadas, manifestaciones, cargas policiales.

No sé ni por dónde empezar a escribir, sólo sé que esto es un caos que se veía venir desde muy lejos.

Por un lado, me resulta completamente respetable que quien tenía un trabajo y ve que se le escapa de las manos, se manifieste para intentar mantenerlo.

Por otro, veo que esos trabajos dependían de empresas privadas que no podían subsistir sin la inyección permanente de fondos públicos, luego eran deficitarias aproximadamente desde su creación, o al menos desde la entrada del país en el juego del comercio europeo.

Pasaron años en los que todo iba bien.

La gente trabajaba en la minería, algunos levantándose sueldos astronómicos y viviendo de puta madre. Es más, en más de una conversación de chigre se escuchaba aquello de que "pese a ser picador, no llegaba el sueldo a fin de mes pero se pedía un crédito y ya estaba".

Llegaban montones de pasta de un caramelo llamado Fondos Mineros que se invertía en proyectos que iban a mejorar la zona: ecomuseos, museos, cursos de formación, obras de reforma urbanística...

Y de repente llegó un día y los Fondos Mineros dejaron de llegar.

Y se quejó la gente que había quedado "trabajando" en los museos y ecomuseos, que aunque eran pocos, debían de ser respetados por el "carácter cultural" de su labor.

Y se quejó la gente de los cursos de formación -los que los realizaban, digo-, que eran más, y como formaban a los parados para ampliar su horizonte de posibilidades laborales, debían de ser respetados.

Y se quejó la gente de las obras de reforma urbanística porque las obras quedaron a medias y el oro y el moro prometido que iban a traer aquellas reformas al revalorizar las zonas donde se llevaban a cabo, acabó en agua de borrajas, pero a esta gente no se la hubo de tomar el cuenta porque era el resto del pueblo y su opinión vale bastante poco.

Entonces ¿para qué sirvió tanto dinero de los Fondos Mineros?

Pues desde mi punto de vista sirvió para que la estupidez intelectual nos comiera la cabeza con la necesidad de invertir cantidad de pasta en tonterías que iban a traer turismo al reflejar la forma de vida tradicional, la riqueza de nuestros bosques y territorio, mientras que, cuanto más grande era el proyecto, más dinero se invertía y menos llegaba a fines estipulados, porque si en un pastel grande metes el dedo, se nota menos que si lo metes en uno pequeño.

Sirvió para dar montones de cursillos de formación tipo "ayudante de cajera de supermercado" -¿has visto alguna vez una cajera con ayudante? Yo tampoco-, cursos en los que se destinaba una cantidad enorme de dinero a la empresa para que lo gestionara, llegaba un porcentaje mínimo del pago destinado a la persona que lo tenía que impartir y quien recibía el curso, salía igual que entraba pero con la gran sonrisa de la empresa o sindicato que impartía el curso. Lógico, yo también sonrío cuando coincide que me toca algo de dinero en la lotería, pero esto no era una lotería, si no más bien un "caso de amiguismo en plan tú me das curso, yo me agacho y ya sabes lo que te presta, porque el dinero es el dinero".

Sirvió para que todo ese dinero que podía haber generado una renovación efectiva de las comarcas mineras, en lo que a renovación de puestos de trabajo para sustituir la extinta minería se refiere, generase un montón de estupideces sin sentido y grandes tartas en las que el dinero desaparecía como si de agua en una cesta se tratase.

Mientras, los que vivimos en las zonas mineras, vemos cómo el temperamento minero y la leyenda de luchar por la dignidad y tu trabajo se ha convertido en la representación satírica de lo que antes fueron manifestaciones reales por derechos reales, en una representación cómica y festiva de lo que podría ser la dignidad si no fuera porque ya la habíamos perdido cuando firmamos el pacto del "pedir créditos porque no le llega la paga a fin de mes y sigo viviendo de puta madre".

Veo a gente manifestándose y reclamando la vuelta de los caramelos Fondos Mineros y me resulta sumamente zafio que quien encabeza esas manifestaciones fuesen quienes invirtieron o dejaron de invertir esos fondos en estupideces a sabiendas de que el día de su fin llegaría.

Veo a gente  manifestándose y reclamando la vuelta de esos fondos simplemente porque la ilusión de la vida perfecta se ha terminado y, arengados por esos mismos cabecillas, han encontrado un enfoque hacia su frustración.

Veo a gente desesperada realizando acciones desesperadas porque no saben cómo mantenerse a si mismos ni a sus familias.

Y pienso que no es la vuelta de los fondos mineros lo que debe pedirse con las protestas, si no la cabeza de quienes invirtieron -y robaron- esos fondos en actuaciones que el tiempo ha demostrado absurdas, que ha de pedirse una reconversión del trabajador de la mina en otro sector en el que pueda seguir trabajando, del que pueda vivir y recuperar su dignidad sin la recepción de limosnas para tener la barriga llena de excesos y la boca cerrada.

Pero se me olvidaba: la llamada reconversión de las cuencas mineras hace tiempo que se llevó a cabo, y aquí seguimos todos, ahora que han pasado las subvenciones, quejándonos de lo bien que yo vivía y lo malo que es quien nos quita los caramelos.

No ataco aquí al minero que defiende su trabajo, si no a la manera en la que aun sigue la corriente que se le impone -ya sea en forma de manifestación por su trabajo o la pérdida del mismo, o de humillación silenciosa ante las órdenes calladas de silencio y pérdida de voluntad-. Ataco a la escasez en la que usa su cerebro, aun aturdido por la fantasía de la vida perfecta, económicamente hablando.

Hace más daño y tienen más repercusión social 10 encerrados en un pozo que 1000 manifestaciones pactadas, esperadas por el resto del país  y catalogadas como un sencillo "ya están estos otra vez armándola".

Las cosas ya no son lo que eran y por mucho que te duela un pelozato, no dejan de ser escenificaciones de una pretendida realidad que podrían calificarse como simples "bailes de salón".

Espero que llegue el día en el que nos demos cuenta de la verdad en la que estamos y que se deje de seguir la corriente impuesta para volver a recuperar la dignidad de aquellos que lucharon en origen por un trabajo como tiene que ser: digno.

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martes, 5 de junio de 2012

Tomatoes

Ejemplo de "Urbangüertu"

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Sheldon

Antes de que existiese Sheldon CooperSheldon ya era una eminencia, aunque lo más gracioso de este personaje -el primer Sheldon en el tiempo y que aun no ha llegado a las pantallas- fue su representación cíclica del devenir de las cosas.

Todo se soluciona por si mismo y lo que ahora es un caos total, acabará por solucionarse por su propio peso.

Eso es lo que se llama una "Crisis Sheldon".

Lo gracioso es que el mundo se compone de montones de crisis sheldom: hay una gordísima instaurada a nivel mundial, las hay medianas a nivel nacional y las hay pequeñitas a nivel personal, y en relación con su tamaño de extensión, esta su tiempo de resolución.

Lo más gracioso es que la rapidez con la que las crisis personales hacen suceder altos y bajos van a acabar haciéndome aprender a hacer surf.

En fin, que  "no excuses".


No Excuses, Alice in Chains

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lunes, 4 de junio de 2012

Muy educativo

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