viernes, 27 de junio de 2014

Una cuestión de respeto mutuo

Que yo recuerde, nunca hubo intimidad en mi casa.
Era una casa pequeña, mi madre trabajaba en casa y no había dónde esconderse de las visitas-clientas.

Las había normales, que entraban, trataban el tema y se iban.
Las había que llegaban, se tiraban en casa dos horas y no te dejaban en paz en tu propio cuarto.

Luego estaba el vecindario, que picaba, entraba y le tiraba de un huevo la hora o situación.
La señora de arriba se pasó años acompañándonos en las comidas, la de enfrente en las meriendas y hasta las cenas.

Supongo que el no cortar ese flujo de visitas fue siempre cosa de mis padres y eso de los compromisos sociales ("es que a lo mejor un día los necesitas  y no les puedes hacer desplantes..."), la pena social ("es que es una mujer que está sola y necesita compañía")... o simplemente cosa de que mi madre no salía de casa y le gustaba tener con quien hablar y, ya que vienen, no les vas a decir "ahora no".

Supongo que fue parte de esas cosas que forjan a una persona y a mi me dejaron un leve sentimiento de necesidad de intimidad del que siempre dije "cuando viva en mi propia casa, las visitas, las justas y respetando situaciones".

Así que te creas unas normas de conducta: nunca visitarás a nadie a las horas de comer, nunca antes de ciertas horas, las mañanas son para las personas y sus trabajos domésticos o lo que sea, nunca irás de visita antes de avisar y nunca llevarás a nadie ajeno a casa de nadie por mucha confianza que tengas con esa persona.

Pero la confianza da asco y por muchas normas que tú tengas, el resto de mundo hace lo que le sale de los huevos.

Después de varios años aguantando mil visitas diarias cuando a los visitante les salía de los cojones, cuando te dice el psiquiatra que o cortas el tema o te tiras por la ventana, llega un momento de crisis en el que pones las cosas en su sitio y hay una temporada de paz.

De repente tienes un hijo y la temporada de paz se va a la mierda: quieren ver al retoño y les tira de un huevo tu intimidad.

Pues no.

Otra crisis y un momento muy tenso que parece volver a encauzar las cosas hacia la tranquilidad, una tensa tranquilidad tras una pérdida de confianza extrema.

Pasa el tiempo y das cierta confianza, hasta que un día te meten una visita en casa y le hacen un tour en el que se incluye hasta tu cajón de las bragas.

Otra crisis. Otra vez tu confianza a la mierda.

Tras paso del tiempo y otro intento de confianza, de repente un día se te plantan de nuevo en casa, mientras cenas, con una persona que no conoces, es más "era Fulanito que vivía cuando Franco era cabo al lado de casa cuando vivíamos a tomar pol culo, que lo encontré en la calle y quería ver al retoño"...

Home, no me jodas.

¿Qué clase de confianza ni respeto mutuo se puede tener en alguien que, tras decirle varias veces que necesitas que se respete tu intimidad, se la pasa de esta manera por el forro de los cojones?

Hay días que estás muy cansada de aguantar estupideces.
Luego vendrá un día pidiendo perdón por lo que hizo y a los cuatro días te volverá a dar por el culo. Porque esto es así. Si lo hizo 3 veces, ¿quién dice que no repetirá la cuarta?

Luego me dice mi madre que necesito ayuda para criar a la cría....

Lo que necesito es que la gente se entere de una puta vez que necesito intimidad y que lo que se supone que es mi casa no es ni La Castellana, ni un abierto 24 horas, ni mi hija un mono de feria que enseñar a los conocidos, o a los amigos de toda la vida, o al rumano que pide en la puerta del super.

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jueves, 26 de junio de 2014

Fresas

Lo de tener plantas con flores en la ventana mola mucho, a mi por lo menos me alegra la vista y cuidarlas me despeja la cabeza, aunque también me da dolor de espalda cuando me pongo y descubro que hay algo más de 50 plantas en casa que regar, trasplantar y todas esas cosas de la jardinería.

El año pasado no estuvo la cosa muy bien, como dice la paisana de enfrente "como está la dueña, va la hacienda"... pero este año parece que se está recuperando el macizo de surfinias y otras cosillas.

Por lo pronto ya he cosechado los arándanos y la idea extraña aquella de poner las fresas de tal manera que no se arrastrasen por tierra, esta empezando a funcionar:

Básicamente es una garrafa de 5 litros de agua con agujeros a varias alturas en los que se han colocado las plantas de fresas.
Como son expansivas, hay que tener cuidado de sacar las nuevas plantas, que en este caso darán para hacer una nueva garrafa pronto.

Desde que salió el sol, se llenaron de flores y espero poder cosechar en breves.
Las de color rosa son una planta que lleva dos años conmigo y da unos fresones de impresión :-)

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martes, 24 de junio de 2014

Budapest


Budapest, George Ezra

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sábado, 21 de junio de 2014

El Palacio de la Media Noche

Encontré en una tienda de segunda mano este libro de Zafón anterior a los que ya había leído.

Leí que tenía libros para adolescente y, bueno, para adolescentes y para cualquiera que guste.

Este me gustó -para variar con esta autor y tal- y me recordó a el It de Stephen King, aunque no tenga nada que ver. Será por el tema del grupo de amigos que les pasan cosas raras.

No digo más que la acción transcurre en Calcuta en los años 30 y va de historias de terror.

Al comienzo me resultó un poco cansino pero me gustó.
Recomendable.

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El Fin de los Escribas

Este le el último de los libros de la Biblioteca de Vectis.
No es que la trilogía me haya emocionado, pero se dejan leer rápidamente y hasta resultan hasta entretenidos.

Nos cuenta qué pasó con ese Horizonte del fin de los días y... sorpresa!



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jueves, 12 de junio de 2014

Rather be

"Ser bastante"?

No sabría cómo traducirlo....


Rather Be, Clean Bandit

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martes, 10 de junio de 2014

Agotamiento

No sé cómo la gente sobrevive.
Ni vitaminas ni nada de nada.
Esto es horrible.

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lunes, 9 de junio de 2014

Traum

Soy fan de Cro, me chifla.


Traum, Cro

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lunes, 2 de junio de 2014

Uno se alegra de resultar útil



Me encanta esta peli.

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Dos libros más

Hace ya un par de semanas que terminé con estos dos y es que aun los estaba rumiando antes de darles una crítica.

El Juego del Angel, de Zafón, dicen que es la siguiente parte de La Sombra del Viento. No sabría cómo definirlo.
Me ha gustado, es distinto del primero que leí de este autor y es sorprendente, sobre todo cuando se comienza a leer el Prisionero del Cielo y de repente, todo cambia.
El Prisionero me ha dejado con cara de ¿WTF? y ¿ahora qué?

Vamos, me han gustado. Reconozco que no leo mucha literatura española, es más creo que más Matilde Asensi es la única de la que he leído más de un libro, pero este es digno de leer.

Es más, ya tengo otro libro que encontré por ahí perdido de Zafón. Ya os contaré.

Me encantaría ver estas novelas en película, creo que serían algo del tipo de La Novena Puerta y sobre todo la del Juego del Ángel me iba a gustar tremendamente.

Por cierto, ¿no veis a Adrien Brody como Fermín? Porque yo sí.

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