miércoles, 23 de enero de 2019

Portugal. The Man - "Feel It Still" (Official Video)

jueves, 17 de enero de 2019

WifiLeaks: El anuncio de los ofendiditos. | #0


Tal cual.

miércoles, 16 de enero de 2019

Alice Merton - Why So Serious (Official Video)


Apúntate esto como propósito en la vida.

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Poniendo nombre a las cosas

Hace años que, de repente, tengo dolores.

Es como si te aplicasen una corriente eléctrica momentánea en cualquier parte del cuerpo. Aparece, te doblas, aguantas las lágrimas y la postura porque por lo general vas por la calle y es un poco absurdo que alguien se ponga a gritar así por la de buenas... Para y consigues respirar.
Vuelve otra vez y así durante un rato hasta que desaparece.

Otras veces es como un frío que se extiende por dentro y te paraliza un antebrazo, los dedos de una mano, un muslo...

Consultas médicos, te toman por loca: "tienes que venir cuando te pase eso", lo que viene siendo un "mira, tomate un azucarillo y a paseo", porque cuando "eso" pasa, si tienes la suerte de tener un médico cerca, entre que te llega la vez y demás, lo único que consigues es que la sala de espera te vea retorcerte y aguantar dolores.
Si vas a urgencias del hospital, puede ser ya el cachondeo.

- Qué te duele?
- Todo
- Pero concrétame algo...
- Mira, me empieza en el codo, pasa a los dedos de una mano y sigue a las cadera, de ahí a veces se mueve a....
- Ya, psiquiatría.

Siete años de pruebas de todo tipo y estoy sana como una pera: no tengo absolutamente nada, salvo unos dolores de meter miedo de vez en cuando, un cansancio extremo a veces que hace que tenga que dejar lo que esté haciendo y tumbarme, migrañas, dolores muy habituales en las cervicales, y algo raro en la espalda que se me tira a las piernas.

"Ponte a dieta, tienes mucho peso" y así se arregla todo.

Desde hace unos meses tengo un pie como si me lo hubiera partido un hacha por la mitad y me están hinchando a calmantes. Calmantes para el pie, calmantes para la cabeza, tranquilizantes, antidepresivos desde hace muchos años... Y este diciembre la cosa empeoró hasta el punto de tener tales dolores por todo el cuerpo, que no podía tenerme en pie.

Te tomas el tranquilizante de turno, te tumbas, lloras, no puedes ni comer porque no puedes sujetar la cuchara con la mano. Te hartas y vas a un médico privado.

Le cuentas la historia, esperando que además de pagar una pasta, se siga riendo y te tome por loca como los demás.

Pues no, su respuesta, tras la consulta y examen fue clara: "tengo más pacientes como tú, tienes fibromialgia, supongo que lo sospechabas y que sabes que esto sólo tiene paliativos, no hay solución".

Siete años de pruebas de todo tipo y caras de incredulidad, de pastillas varias para quitarme de delante pensando que iba al médico como los jubilados que se presentan diariamente a las consultas para tener alguien con quien hablar...

Y POR FIN alguien te cree y no sólo eso, te dice que tienes una enfermedad crónica que se ha de tratar adecuadamente para intentar calmar los dolores de los brotes.

En fin, que no cambia nada saber su nombre, los dolores siguen ahí, pero al menos, la próxima vez que me miren con cara de "necesitas un psiquiatra" podré desearle a la gente un poquito de los dolores que me aquejan a veces porque sé que no estoy loca. Bueno, un poquito sí, pero no en este sentido.

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