20 de Julio
Fecha en la que te cambia la vida para los restos y no sabes - o más bien sí- dónde estaban metidos esos 4010 gramos de personilla que te tocará cuidar hasta que alcance los 40 años o así.
Pues sí, pasó el parto y duele, aunque no demasiado, será "por las drogas" que me estaban metiendo, que no me enteré de la mitad hasta que me dijeron lo de...
..."tienes una nena preciosa"...
y
..."y una preciosa costura de la cesárea".
Y efectivamente, ambas fueron ciertas: el padre hizo una buena faena porque la enana salió guapísima -es más, apunta ojos azules de la parte vikinga de mi familia- y el cirujano me dejó la costura que ni que fuera fan de La Casina Roja: niquelada.
Cosas para el recuerdo:
- las contracciones se sabe que son contracciones, sobre todo cuando atacan a los riñones y eso duele lo que no está escrito.
- si durante el embarazo por las hormonas estás que muerdes, después la fiera que llevas dentro sale, ¡y vaya como sale!
Lo peor del embarazo, que podría decirse que son las 41 semanas y pico de espera, sobre todo las últimas en que no puedes ni caminar, ni moverte ni nada de nada, no es nada comparado con lo que puede llegar a tocarte los cojones el entorno.
Plantarte en tu casa después de una experiencia así y tener una bronca porque parece ser que tu casa es literalmente una casa de putas donde todo cristo puede entrar a dar pol culo cuando le da por los cojones, acaba con los nervios y la paciencia de cualquiera. Sobre todo cuando queda claro que no hay con quien tratar y "ahora ya saben cómo eres" por defender tu derecho a la intimidad de tu casa.
Mekwen la puta familia: te unes a la persona de tu vida y tienes que comerte el paquete completo. Prefiero parir mil veces que aguantarlos.
Para olvidarlo todo...
...simplemente Frida. Aunque sea mientras se la mira.
Pues sí, pasó el parto y duele, aunque no demasiado, será "por las drogas" que me estaban metiendo, que no me enteré de la mitad hasta que me dijeron lo de...
..."tienes una nena preciosa"...
y
..."y una preciosa costura de la cesárea".
Y efectivamente, ambas fueron ciertas: el padre hizo una buena faena porque la enana salió guapísima -es más, apunta ojos azules de la parte vikinga de mi familia- y el cirujano me dejó la costura que ni que fuera fan de La Casina Roja: niquelada.
Cosas para el recuerdo:
- las contracciones se sabe que son contracciones, sobre todo cuando atacan a los riñones y eso duele lo que no está escrito.
- si durante el embarazo por las hormonas estás que muerdes, después la fiera que llevas dentro sale, ¡y vaya como sale!
Lo peor del embarazo, que podría decirse que son las 41 semanas y pico de espera, sobre todo las últimas en que no puedes ni caminar, ni moverte ni nada de nada, no es nada comparado con lo que puede llegar a tocarte los cojones el entorno.
Plantarte en tu casa después de una experiencia así y tener una bronca porque parece ser que tu casa es literalmente una casa de putas donde todo cristo puede entrar a dar pol culo cuando le da por los cojones, acaba con los nervios y la paciencia de cualquiera. Sobre todo cuando queda claro que no hay con quien tratar y "ahora ya saben cómo eres" por defender tu derecho a la intimidad de tu casa.
Mekwen la puta familia: te unes a la persona de tu vida y tienes que comerte el paquete completo. Prefiero parir mil veces que aguantarlos.
Para olvidarlo todo...
...simplemente Frida. Aunque sea mientras se la mira.
Etiquetas: accidente, exorcismos, retazos de mi vida, sucesos