jueves, 30 de agosto de 2012
Si fuera un superhéroe...
... gritaría eso de:
Es que los encuentro todos, de verdad.
"¡¡¡GILIPOLLAS A MIIIIII!!!"
Es que los encuentro todos, de verdad.
Etiquetas: Diarreas mentales
lunes, 27 de agosto de 2012
Afán de complacencia
Cuando me aburro, miro alrededor a ver qué es lo que pasa y hay veces que descubres cosas cuanto menos curiosas.
Por ejemplo, en la piscina.
En un grupo de un montón de personas se pueden descubrir una serie de actitudes enorme.
Está la persona que hace lo que puede, la que anima a los demás, la que es más que los demás, la que fuerza a los demás a hacer lo que ella misma no puede, la que pasa de todo...
Como en la vida, en un grupo medianamente grande, siempre aparecen actitudes de lo más variado.
La más curiosa de todas es la del complaciente.
Ante un cambio, la actitud del complaciente es siempre la misma: la del grupo o la de la parte del grupo con la que más contacto tenga.
Si el cambio llega en forma de persona que "manda", como por ejemplo la monitora del ejercicio, el complaciente adula al cambio. Tanto que es capaz de romperse la crisma con tal de lograr una sonrisa del que manda.
Debo de tener los genes revolucionarios muy fuertes pero no me lo lleva, y para variar, miro los toros desde la barrera.
La cosa es que la nueva monitora de la piscina es un poco sádica. Bastante, en realidad, y le da igual que la media de edad del grupo ronde los 65 y el peso medio los 100 kilos: con gente así, lo que no puedes pretender es que actúen como superdeportistas, digo yo, por lo que el ritmo debería de ser el adecuado al grupo.
Por un lado porque puedes lesionar a alguien y por el otro porque corres el riesgo de acabar con las ganas de la gente que va, que no es precisamente para ganar una medalla de oro ni por ser el primero de ninguna competición.
Digo yo que menos mal que le quedan tres telediarios a esta monitoria de sustitución porque si no, la de complacencia perpetua va a morir intentando ser "la más mejor". Al menos el esguince no se lo quita nadie.
Qué cosas tan raras. ¿Qué nos llevará a actuar así aunque no podamos más? Porque intentar complacer a alguien a quien conoces desde hace tiempo y que sepas que se lo merece y además lo va a agradecer, lo comprendo, pero esto...
En fin, que yo seguiré haciéndome la despistada y haciendo lo que pueda para no morir en el intento.
Por ejemplo, en la piscina.
En un grupo de un montón de personas se pueden descubrir una serie de actitudes enorme.
Está la persona que hace lo que puede, la que anima a los demás, la que es más que los demás, la que fuerza a los demás a hacer lo que ella misma no puede, la que pasa de todo...
Como en la vida, en un grupo medianamente grande, siempre aparecen actitudes de lo más variado.
La más curiosa de todas es la del complaciente.
Ante un cambio, la actitud del complaciente es siempre la misma: la del grupo o la de la parte del grupo con la que más contacto tenga.
Si el cambio llega en forma de persona que "manda", como por ejemplo la monitora del ejercicio, el complaciente adula al cambio. Tanto que es capaz de romperse la crisma con tal de lograr una sonrisa del que manda.
Debo de tener los genes revolucionarios muy fuertes pero no me lo lleva, y para variar, miro los toros desde la barrera.
La cosa es que la nueva monitora de la piscina es un poco sádica. Bastante, en realidad, y le da igual que la media de edad del grupo ronde los 65 y el peso medio los 100 kilos: con gente así, lo que no puedes pretender es que actúen como superdeportistas, digo yo, por lo que el ritmo debería de ser el adecuado al grupo.
Por un lado porque puedes lesionar a alguien y por el otro porque corres el riesgo de acabar con las ganas de la gente que va, que no es precisamente para ganar una medalla de oro ni por ser el primero de ninguna competición.
Digo yo que menos mal que le quedan tres telediarios a esta monitoria de sustitución porque si no, la de complacencia perpetua va a morir intentando ser "la más mejor". Al menos el esguince no se lo quita nadie.
Qué cosas tan raras. ¿Qué nos llevará a actuar así aunque no podamos más? Porque intentar complacer a alguien a quien conoces desde hace tiempo y que sepas que se lo merece y además lo va a agradecer, lo comprendo, pero esto...
En fin, que yo seguiré haciéndome la despistada y haciendo lo que pueda para no morir en el intento.
Etiquetas: Diarreas mentales
viernes, 24 de agosto de 2012
martes, 21 de agosto de 2012
A palabras necias...
- En qué trabajas?
- En una tienda online.
- Qué?
- En internet..
- Ah, informática.
- En una tienda online.
- Qué?
- En internet..
- Ah, informática.
- No, comercio electrónico. ¿Y tú?
- Médico de cabecera
- ¿Carnicera?
- No, doctora.
- Pues lo mismo...
- Vale, eres doctora.
- .... Lo que tú digas, prenda.
- Médico de cabecera
- ¿Carnicera?
- No, doctora.
- Pues lo mismo...
- Vale, eres doctora.
- .... Lo que tú digas, prenda.
Etiquetas: humor, república bananera
Sin título, por muy doctora que sea
Estimada Señora Hija de Puta de la Seguridad Social,
desde el más profundo de los respetos, lo que le otorga su puesto de doctora y su posición al otro lado de la mesa, me dirijo a usted para instarla a que, cuando un paciente acuda a su consulta, al menos lo escuche cuando intente comunicarse.
Dese cuenta que si el paciente intenta decirle algo, es porque cree que es importante e incluso puede que sea relevante de cara a toda la palabrería barata plagada de coletillas estúpidas y muletillas pijobajeras que usted suelta por la boca desde que uno entra hasta que sale de su sala.
Por otro lado, me gustaría decirle que juzgar a la gente a primera vista no suele ser bueno. Si a usted, por el mío, le parezco "una devoradora de comida que debería de dejar hasta de respirar para poder adelgazar", usted, por el suyo, me resulta una prepotente pija momia esquelética que necesita unas leves lecciones de humanidad para poder tratar con la gente. Así, por la pinta...
También querría decirle, que si pregunta cosas, cállese para poder escuchar la respuesta, pues parece usted imbécil cuando repite cinco veces las mismas preguntas y no deja al paciente responder.
Con todos mis respetos,
desde el más profundo de los respetos, lo que le otorga su puesto de doctora y su posición al otro lado de la mesa, me dirijo a usted para instarla a que, cuando un paciente acuda a su consulta, al menos lo escuche cuando intente comunicarse.
Dese cuenta que si el paciente intenta decirle algo, es porque cree que es importante e incluso puede que sea relevante de cara a toda la palabrería barata plagada de coletillas estúpidas y muletillas pijobajeras que usted suelta por la boca desde que uno entra hasta que sale de su sala.
Por otro lado, me gustaría decirle que juzgar a la gente a primera vista no suele ser bueno. Si a usted, por el mío, le parezco "una devoradora de comida que debería de dejar hasta de respirar para poder adelgazar", usted, por el suyo, me resulta una prepotente pija momia esquelética que necesita unas leves lecciones de humanidad para poder tratar con la gente. Así, por la pinta...
También querría decirle, que si pregunta cosas, cállese para poder escuchar la respuesta, pues parece usted imbécil cuando repite cinco veces las mismas preguntas y no deja al paciente responder.
Con todos mis respetos,
Hiro, hasta lo que no tiene de los putos médicos que mejor eran veterinarios.
Etiquetas: crónica social, exorcismos
miércoles, 15 de agosto de 2012
jueves, 9 de agosto de 2012
Guerra
Cada día es una guerra y hay días que ya te das por vencido antes de empezar a luchar.
Merda de vida.
Big City Life, Mattafix
Merda de vida.
Etiquetas: exorcismos, música
miércoles, 8 de agosto de 2012
Pues sí
Me ha gustado el concierto y no pude evitar darle a las palmas... Porque o te encantan o los odias y la vida sería muy aburrida si opinásemos lo mismo, ¿no?
Para todo lo demás, la peli buenísima:
Para todo lo demás, la peli buenísima:
Gato Negro, Gato Blanco, Emir Kusturica
Y la música mola que te cagas, aunque te falte la cabra.
Etiquetas: cine, cine música