No hay mayor mierda en este mundo que la que te echan encima y no es tuya, la tienes que tragar por narices y encima es imposible solucionarla.
Pues así es esta mierda de vida desde hace unos meses.
Uno está hecho polvo porque no tiene curro, te sientes mal, vas al médico, te mandan al psiquiatra y descubres que lo que tienes es una depresión como un burro.
Te hinchan a pastillas y comienzas a verlo todo de otro color.
La cosa va mejorando. Te intentas montar un negocio -con la que está cayendo- y cuando todo va mejor, te quitan las pastillas.
Vas aguantando. Hay días buenos y hay días malos.
Y de repente un día todo vuelve a empezar, sólo que esta vez no es cosa del trabajo si no de esa gente que te rodea y se llama familia, ya sea "tuya" o "política".
Es una minisociedad curiosa esto de la familia. Tienen sus cosas, sus rollos, su forma de interactuar y relacionarse con el entorno.
Lo gracioso es que hay seres de la misma totalmente dependientes. Por no poder hacer solos, no pueden ni rascarse el culo.
Te visitan un poco para tantear el terreno y, como eres paciente, consientes.
Luego te visitan más, y como estás siempre ahí, lo hacen más y más. Empiezas a quemarte.
De repente un día su minientorno explota y pierden el bastión del que dependían: se vuelven más inútiles si cabe y la expresión "ahogarse en un vaso de agua" nunca tuvo más sentido.
Las visitas se hacen insoportables: por la mañana, por la tarde, al medio día, por la noche... y llega un momento en que no puedes más, pero no importa: aun hay más.
Tu pequeño microentorno, ese lugar de bondad donde impera la doctrina del "hay que ser buenas personas" de repente decide que tú tienes que aplicarla y que como "están solos y no tienen a nadie" su mierda, es tu mierda.
Pero resulta que "su mierda" lleva contigo más de lo deseado y si realmente llegase a suceder algo que realmente necesitase ayuda...
Y un día pasa y, aunque no los dejes realmente tirados, cosa que te encantaría, la cosa es que "tu entorno" te reprocha que no pierdas el culo por esta gente, que qué clase de persona eres.
Y me pregunto yo, si ahora que tengo 33 años tengo que aguantar las gilipolleces de esta gente que no sabe ni rascarse el culo solos, ¿qué pasara dentro de x años, cuando realmente estén mal?
Pues la respuesta es sencilla: que estaré tan hecha polvo o más como ellos, bueno, no perdón, de los nervios creo que ya lo estoy. Lo que sucederá es que entonces sí que los mandaré a la mierda porque esto no hay quien lo aguante.
Creo que me va a dar un infarto. Cada vez que suena el timbre o el teléfono doy un salto de pánico. Me levanto todos los días esperando a ver a qué hora llega la bronca o el berrinche del día y, si no voy a ver a la paisana para no aguantar un berrinche más que no me corresponde porque soy el último mono de esta puta familia, soy mala.
Lo único que espero es que cuando me de el pachungo hospitalario a mi, no aparezca por allí ni mi puñetera madre, porque estoy un poquito hasta los cojones de aguantar sunormalidades.
Queridos antidepresivos, bienvenidos de nuevo.
Pero qué gran peso se quitó de encima la otra...
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